La moción de censura que llevó a la presidencia del Gobierno a Pedro Sánchez hace un año supuso la caída del Ejecutivo de Mariano Rajoy, que no había cumplido ni la mitad de la legislatura. Era la primera ocasión en la historia de la democracia española en que triunfaba este mecanismo, lo que obligó a un traspaso de poderes inédito y que culminó con la salida de más de 400 altos cargos entre ministros, secretarios de Estado, subsecretarios, directores generales y presidentes de empresas públicas.
El expresidente del Gobierno ha optado por mantener un perfil bajo, tratando de mantener cierta distancia con la nueva cúpula del PP. La línea política y de actuación de Casado es distinta a la de Rajoy, que ha regresado a su puesto como registrador de la propiedad. El pasado mes de julio, tras ejercer durante alrededor de un mes en Santa Pola, el exjefe del Ejecutivo consiguió su plaza en el Registro Mercantil de Madrid. En una de sus escasas intervenciones públicas, poco antes de las elecciones municipales, Rajoy lamentó la falta de "preparación" de la actual clase política y evitó pronunciarse, en uno u otro sentido, por los planteamientos de su sucesor al frente del PP, Pablo Casado.
Doce meses después, algunos miembros del segundo Gobierno de Mariano Rajoy han encontrado acomodo en la empresa privada o en la función pública, mientras que otros han logrado redirigir sus carreras en el Partido Popular de Pablo Casado tras el crucial Congreso Nacional del pasado mes de julio, en el que el dirigente palentino se impuso a la que fuera mano derecha del propio Rajoy en Moncloa, Soraya Sáenz de Santamaría.
¿Qué labor desarrollan ahora los miembros del Gobierno de Rajoy?
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Precisamente, el futuro de la exvicepresidenta del Gobierno se convirtió en una de las incógnitas más jugosas en el panorama de la política nacional. Tras ser derrotada por Casado, la "integración" que prometió el nuevo líder del PP a los 'sorayistas' no satisfizo a éstos ni a la propia Santamaría, que en septiembre del año pasado comunicó su abandono de la política. En marzo se hizo pública su incorporación como socia al bufete de abogados Cuatrecasas. Santamaría, licenciada en Derecho, ha sido también abogada del Estado, y sus funciones, según el despacho, pasarán por "asesorar a empresas" en lo relacionado con el "cumplimiento normativo y gestión de riesgos".
Por su parte, María Dolores de Cospedal, que mantenía una pésima relación con la propia Santamaría, también ha abandonado la política, aunque en su caso forzada por la publicación de diversas noticias acerca de sus conversaciones con el ex comisario José Manuel Villarejo, en las cuales ambos hablaban del 'caso Gürtel'. El pasado mes de noviembre, la exministra de Defensa, que apoyó a Casado en su pugna congresual contra Santamaría, renunció a su escaño y dejó la política. Desde entonces, se ha conocido que ha retomado su carrera como abogada del Estado, y al igual que Santamaría, ha optado por apartarse de la vida pública. También ha abandonado la política Íñigo Méndez de Vigo, que encabezaba el Ministerio de Sanidad y ejercía también como portavoz del Gobierno.
Santamaría y Cospedal, en la imagen que resumió su distanciamiento, tomada el 2 de mayo de 2018. EFE
Otros dirigentes que también respaldaron a Casado continúan ocupando responsabilidades dentro PP y la esfera política, aunque fuera del primer plano. Dolors Montserrat, ex ministra de Sanidad, ocupó la portavocía del PP en el Congreso de los Diputados y fue cabeza de lista en las últimas elecciones europeas. Su futuro político pasa ahora por Bruselas, en el Parlamento Europeo. Juan Ignacio Zoido, ex ministro del Interior, también ha sido elegido como eurodiputado. Por su parte, Isabel García Tejerina, que ocupó la cartera de Agricultura, es ahora vicesecretaria de Acción Sectorial del PP y ha sido la coordinadora de la campaña de los populares para los comicios europeos.
De Cristóbal Montoro, máximo responsable de la cartera de Hacienda y también afín a Santamaría, apenas han trascendido imágenes públicas una vez que abandonó el Gobierno. Por su parte, Rafael Catalá, exministro de Justicia, es ahora asesor de un despacho de abogados, en tanto que el antiguo jefe de la diplomacia española, Alfonso Dastis, es ahora embajador español en Italia.
Fátima Báñez, exministra de Empleo y muy cercana a Soraya Sáenz de Santamaría, también anunció el pasado mes de marzo que dejaba la política para retomar su carrera en el ámbito privado, aunque no ha trascendido en qué área profesional. Íñigo de la Serna, que ocupaba la cartera de Fomento y fue uno de los apoyos de Santamaría en el Congreso, fichó el pasado mes de noviembre como asesor de una compañía tecnológica.
Por lo general, los dirigentes más próximos a Santamaría han evitado formular críticas públicas a la nueva dirección del PP, aunque Álvaro Nadal, que llevaba las riendas del Ministerio de Energía y ahora trabaja en la Oficina Económica y Comercial de España en Reino Unido, declaró recientemente, en una entrevista en 'El Mundo', que a los partidarios de Santamaría "no se les han tenido cuenta", al tiempo que aseguró que Casado "ha prescindido de todo lo que formó parte del equipo económico de Rajoy".
