Isabel Díaz Ayuso ha conseguido retener el poder del PP en la Comunidad de Madrid y se enfrenta a una legislatura nada fácil en la que tendrá que mirar hacia adelante, entre las críticas de los partidos de izquierda que le reprochan la herencia recibida y su relación con sus predecesoras, Esperanza Aguirre y Cristina Cifuentes.

Elegida como candidata a la Comunidad de Madrid por el líder del PP y amigo personal, Pablo Casado, a sus 40 años Ayuso será la octava presidenta de la región y la primera en gobernar en coalición en virtud del pacto suscrito con Ciudadanos y el apoyo de Vox en su investidura.

Isabel Natividad Díaz Ayuso (Madrid, 1978) se emancipó y empezó a "liderar su vida" a los 24 años, y un año después se afilió al PP, donde conoció a Casado en la sede del partido del distrito madrileño de Moncloa-Aravaca.

Fue elegida diputada del PP en la Asamblea de Madrid en 2011, dentro de la candidatura de Aguirre de esos comicios, cargo que mantuvo tras las elecciones regionales de 2015, con Cristina Cifuentes al frente.

En el Parlamento madrileño, fue portavoz del PP en la pasada legislatura en las comisiones de Telemadrid y de Cultura y Turismo, además de vocal en las comisiones de Educación y Deporte y en la de Presidencia, Justicia y Portavocía del Gobierno.

Y ha ejercido también como portavoz adjunta del PP en el Parlamento regional desde 2015 hasta que en septiembre de 2017 Cifuentes la nombró viceconsejera de Presidencia y Justicia, lo que la llevó a renunciar a su escaño de parlamentaria.

Luego pasó a ser vicesecretaria de Comunicación y portavoz del PP en la Comunidad de Madrid.

Licenciada en Periodismo y doctoranda en Comunicación Política en la Universidad Complutense, Ayuso ha sido presidenta del Comité de Afiliaciones del PP de Madrid y responsable del área nacional de Comunicación Digital del partido.

Dirigió la campaña digital de Cifuentes en las elecciones autonómicas de 2015 y la estrategia en redes sociales de Aguirre.

A pesar de su relación con las expresidentas Aguirre y Cifuentes, Ayuso marcó distancias cuando a principios de agosto la Fiscalía Anticorrupción pidió la imputación de ambas en la pieza del caso Púnica que investiga la supuesta financiación irregular del PP madrileño.

"Soy otra persona, tengo otro perfil", aseveró la candidata, que en su discurso de investidura las ha mencionado de pasada, además de a otros expresidentes madrileños como Joaquín Leguina (PSOE) y Alberto Ruiz-Gallardón (PP), para apelar al diálogo entre formaciones políticas.

Ayuso ha logrado la confianza de Ciudadanos y Vox para ser investida presidenta pese a las críticas de los grupos de la izquierda: PSOE, Más Madrid y Podemos, partido que le ha acusado de haberse "criado entre corruptos".

Recientemente, Ayuso ha sido acusada de haber colaborado con la empresa del supuesto conseguidor de la Púnica para crear la web electoral de Aguirre.

También ha pesado sobre ella las informaciones sobre un préstamo de 400.000 euros concedido en 2011 a una sociedad propiedad al 50 % del padre de Ayuso por parte de Avalmadrid. Los socialistas han propuesto una comisión de investigación sobre esta entidad.

"Lo que han hecho con mi familia no tiene nombre", a través de "campañas de medias verdades y de falsedades", ha afirmado visiblemente emocionada en su última intervención de este miércoles en el Parlamento regional.

Interesada desde siempre por la política, siendo niña Ayuso escribió una carta al entonces presidente Felipe González en la que se quejaba de la situación del país.

Ahora estará al frente de una comunidad autónoma que conoce bien tras haberse recorrido más de 5.000 kilómetros durante la campaña, aunque sus rivales le afean su escasa experiencia en la gestión.

En las negociaciones de su investidura con Ciudadanos y Vox sorprendió por su paciencia y su cautela en su papel como intermediaria.

Lejos quedan las polémicas declaraciones de la no tan lejana campaña electoral -concebidos no nacidos, atascos a las tres de la mañana, trabajos basura...- que hicieron de Ayuso la comidilla de las redes sociales, cuando decía a los medios que su "hándicap" de cara a los comicios era ser "poco conocida".

Esa política es ahora la presidenta de la comunidad autónoma "más próspera" de España, gracias, como ha alegado en numerosas ocasiones, al casi cuarto de siglo que lleva gobernando la región su partido, un arma de doble filo para Ayuso, que tendrá que afrontar también el pasado de presunta corrupción del PP.

Amante de los animales, a la nueva presidenta le gusta viajar, el cine y el deporte.

Cuando tiene tiempo libre, aprovecha también para ir a la montaña o a Sotillo de la Adrada, el pueblo de Ávila de donde era originario su padre y en el que conserva a sus amigos de la infancia.

Es fan de Depeche Mode y de Los Secretos y, según ha confesado, se siente identificada con Isabel La Católica como personaje histórico.