El ministro del Interior en funciones, Fernando Grande-Marlaska, ha exigido al presidente de la Generalitat, Quim Torra, que condene la violencia ocurrida estos días en Cataluña "de manera firme, rotunda, sin matices, sin adjetivos ni medias tintas, sin equidistancias".

Así lo ha manifestado este domingo Grande-Marlaska en la rueda de prensa posterior al Comité de seguimiento de la situación en Cataluña, que ha estado presidida por el presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, y en la que también ha participado la vicepresidenta del Gobierno en funciones, Carmen Calvo.

En este sentido, el ministro ha destacado que "nadie puede ni debe ser ambiguo frente a las acciones violentas" y que el presidente del Gobierno en funciones ha sido "muy contundente". "Espera una condena efectiva, directa, de Torra y del Gobierno catalán respecto a la violencia y su solidaridad con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado", ha precisado.

Asimismo, ha hecho hincapié en que Sánchez ha sido "muy concluyente" y ha pedido a Torra que hable con los catalanes "de convivencia" porque, a su juicio, "tiene una deuda" con el conjunto de los catalanes.

El ministro ha asegurado que los disturbios en Cataluña es "un problema estrictamente de orden público". "Para erradicar el problema de orden público en Cataluña, hay que actuar específicamente contra los violentos", ha subrayado.

Respuesta de la Generalitat

El presidente de la Generalitat, Quim Torra, considera "de una gran irresponsabilidad" que el jefe del Ejecutivo en funciones, Pedro Sánchez, se niegue "reiteradamente" a cogerle el teléfono y se "esconda" tras el líder del PSC, Miquel Iceta.

Torra ha respondido así a la misiva que le ha enviado esta misma tarde Iceta pidiéndole que condene las actuaciones violentas "tantas veces como haga falta", hasta que cesen los disturbios por la sentencia del 'procés', y que exprese su apoyo a Mossos d'Esquadra, Policía Nacional y Guardia Civil por el trabajo de estos días.

En su respuesta, también epistolar, Torra señala que la sentencia del 'procés' debería ser un motivo de preocupación para cualquier demócrata, aunque "parece que el presidente del Gobierno no lo ve así" porque "reiteradamente se niega a coger el teléfono cuando es el presidente de la Generalitat quien le llama". "Esta actitud es de una gran irresponsabilidad en un momento como el actual y, a la vez, una grave dejadez de funciones. Yo le pido que traslade al presidente Sánchez que deje de esconderse detrás de usted y se avenga a sentarse para dialogar y negociar", afirma Torra en la carta.

Torra hace también referencia a la petición de Iceta de que antes de mantener conversaciones con Sánchez se reúna con los presidentes de los grupos parlamentarios o se retome la labor del Espacio para el Diálogo.

El presidente catalán afirma que fueron los socialistas quienes prefirieron que no se convocara este Espacio para el Diálogo, creado a instancias del propio Parlament, durante los períodos electorales para que tuviera plena utilidad y quedara preservado de un uso electoralista. "Espero que explique al señor Sánchez esta necesidad de diálogo que ustedes siempre reclaman en el Parlament, porque es suficientemente evidente que no está por la labor", subraya Torra.

Torra llama de nuevo a Moncloa pero no logra hablar con Sánchez

El presidente de la Generalitat ha llamado de nuevo este domingo al jefe del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, pero no ha podido hablar con él porque desde Moncloa le han asegurado que estaba reunido.

Tras no conseguir hablar con Sánchez este pasado sábado y haberle enviado una carta, Torra, según han indicado a Efe fuentes de la Generalitat, ha llamado este domingo a Moncloa para intentarlo de nuevo.

Según las mismas fuentes, en Moncloa le han respondido que el presidente del Gobierno estaba reunido y que no se podía poner, pero que tratarían de realizar el contacto más adelante.

Se repite así la misma secuencia de este pasado sábado, cuando Sánchez y Torra no llegaron a hablar por teléfono pero Moncloa hizo saber, a través de la prensa, que no se produciría esa conversación hasta que el presidente catalán no condenase "rotundamente" la violencia.