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La primera prueba en París agravó el problema al reducir la oferta

Los propietarios lograron frenar en los tribunales la limitación de las rentas y el Gobierno vuelve a la carga

La primera prueba en París agravó el problema al reducir la oferta

París acumuló subidas de precios de las rentas de un 50 % entre 2005 y 2015 hasta situarse como la ciudad más cara de Europa para vivir de alquiler. En el año 2015, el gobierno socialista de François Hollande decidió tomar cartas en el asunto y aprobó la ley Alur para favorecer la bajada de precios. La medida entró en vigor en París en agosto de 2015 y en Lille en febrero de 2017. Según los analistas inmobiliarios, la norma fue contraproducente porque retiró viviendas de alquiler del mercado. La ley Alur recibió muchas críticas por parte de economistas, que denunciaron que desincentivaba a la inversión y a la construcción. La medida encontró una oposición numantina en los propietarios de inmuebles, que acudieron a los tribunales. La Corte Administrativa de París la anuló en 2017 con el argumento de que tenía que haberse aplicado en todas las áreas administrativas de París, no solo en la central. El Ejecutivo de Emmanuel Macron acaba de aprobar la ley Elan, que permitirá recuperar los índices de precios obligatorios. El secretario de Estado de Territorio francés, Julien Denormandie, cree que debe irse hasta el final con este experimento para comprobar si la limitación de alquiler funciona o es ineficaz.

Con esta nueva ley, el inquilino podrá consultar si el alquiler se ajusta a la ley teniendo en cuenta las características del piso, el barrio en el que está y la fecha de construcción. Para eso hay una página web específica donde se detalla el tope máximo. Si el propietario hace caso omiso al tope del alquiler será sancionado con multas de entre 5.000 y 15.000 euros.

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