La situación en Cataluña influyó en el voto del 43,9 por ciento de los ciudadanos en las elecciones generales del 10 de noviembre, mientras que no afectó a un 54,6 por ciento de los electores, según el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) dado a conocer este jueves.

En una encuesta realizada entre el 28 de octubre y el 9 noviembre, el CIS señala además que la crisis catalana hizo que el 60,1 por ciento de los que admitieron que les influía en su decisión vieran reforzada su intención de votar por el que pensaban hacerlo.

Solo un 7,4 por ciento cambió el sentido de su voto motivado por la situación en Cataluña y lo hizo por otro distinto al que pensaba hacerlo en un principio.

A un 17 por ciento que no pensaba ir a votar o tenía dudas sobre a qué partido dar su voto, les incentivó para acudir a las urnas, mientras que a un 5,7 por ciento le llevó a abstenerse.

Según el CIS, la preocupación por la independencia de Cataluña se disparó entre los ciudadanos después de la sentencia del "procés" y de los disturbios que se produjeron en las calles.

El 19 por ciento de los encuestados han señalado en el estudio la independencia de Cataluña como principal problema, nueve puntos más que en el barómetro del mes anterior.

La publicación del dato se produce en el día en que los equipos negociadores del PSOE y de ERC se reúnen en el Congreso para sondear si los independentistas catalanes facilitan la investidura de Pedro Sánchez.

Como principal problema sigue el paro; lo dice así un 60,3 por ciento de los ciudadanos.

Un CIS previo al 10N daba al PSOE el doble de voto directo que al PP

El barómetro del CIS de noviembre, cuyo trabajo de campo se llevó a cabo días antes del 10N, otorgaba al PSOE un 22,9 por ciento en voto directo, el doble que al PP, que se quedaba en el 11,6 por ciento, muy por debajo de los resultados reales que obtuvieron en los comicios.

La encuesta, elaborada entre el 28 de octubre y el 9 de noviembre, la víspera de las elecciones, no cuenta con estimación de voto ni de escaños, por lo que no es comparable con los dos anteriores estudios.

Así pues, el CIS solo refleja este mes la respuesta espontánea de los ciudadanos al ser preguntados a qué partido piensan votar, pero no cuenta con la llamada "cocina" que estima resultados y reparto de escaños.

Según esos datos, el PSOE se quedó con el 22,9 por ciento en intención directa, tres puntos más que en la macroencuesta preelectoral que se difundió aquellos mismos días previos a los comicios y que le daba un máximo de 150 escaños, 30 más de los que realmente obtuvo.

Por contra, el PP tendría, según este barómetro, el 11,6 por ciento en intención de voto, cuando en las elecciones obtuvo el 20,82 por ciento de los sufragios reales.

Fenómeno similar al que ocurre con Vox, tercer partido de ámbito nacional que, según la encuesta, tenía la mitad de porcentaje de voto que lo que en realidad logró el 10N: del 7,3 del CIS al 15,09 de los comicios.

Por su parte, Unidas Podemos y las confluencias sumaban el 9,3 por ciento en intención de voto frente al 12,84 que obtuvo el 10N.