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Documental sobre la historia de ETA

Jon Sistiaga: "Es más importante que mi hija estudie quién es Miguel Ángel Blanco que los reyes godos"

La serie documental 'ETA, el final del silencio' muestra un atisbo de todo el dolor causado por la banda terrorista durante sus cinco décadas de trayectoria

Jon Sistiaga nació en Irún en 1967.

Las siglas de ETA siguen resonando con fuerza en la esfera política, a pesar de su extinción. Recientemente, escuchábamos a la diputada de Bizkaia por el PP, Beatriz Fanjul, decir con convencimiento, que no cree "que ETA haya desaparecido, sino que se ha transformado". Esta misma semana, Cayetana Álvarez de Toledo aseguraba en una entrevista que "el momento político actual es más difícil que cuando ETA mataba". Así, a pesar de disolverse en 2018, a día de hoy la banda terrorista sigue protagonizando las declaraciones más incendiarias de los políticos. Lo curioso es que a nivel social hablar de ETA sigue siendo tabú en nuestro país y muchos jóvenes ni siquiera saben quién era Miguel Ángel Blanco.

Por todo ello, es más necesario que nunca el visionado de los sietes capítulos que forman parte de la serie documental 'ETA, el final del silencio', disponible en Movistar+. El periodista Jon Sistiaga y el realizador Alfonso Cortés-Cabanillas, en colaboración con La Caña Brothers, muestran un atisbo del inmenso dolor sembrado por la banda terrorista, que llegó a matar a 827 personas a lo largo de sus cinco décadas de historia.

"Lo más difícil ha sido encontrar el momento adecuado para empezar a hablar de este tema, encontrar personas que quisieran hablar, tanto víctimas como victimarios"

"Llevaba años trabajando en este proyecto. He llegado a encontrar titulares míos de 2014 anunciando que quería hacer un gran documental sobre la historia de ETA, pero lo más difícil ha sido encontrar el momento adecuado para empezar a hablar de este tema, tanto en la cadena como a nivel social y político. El verdadero reto era encontrar personas que quisieran hablar, tanto víctimas como victimarios, que quisieran rememorar y reflexionar sobre aquella época tan oscura y fea de nuestro pasado reciente", explica Sistiaga.

El periodista vasco trata de "ser neutral", que "no equidistante", matiza, sin renunciar a un punto de vista "crítico", pues "sabemos quiénes son los malos, que son los que matan", subraya. Por ello, ha querido mostrar el dolor y las sombras del terrorismo desde distintos ángulos. "El 90% de las personas que aparecen hablando en este documental son víctimas, así que me baso, sobre todo, en el relato de las personas que sufrieron el terrorismo, pero también he querido hablar con la otra parte. Eso no significa que este documental sea un ejercicio de excusología, para nada, sino que simplemente he tratado de hacer mi trabajo, que es lo que he hecho durante los últimos 25 años en otros conflictos y guerras, como en Irak, Ruanda, Irlanda del Norte, Colombia, Argelia o Kosovo", recalca.

Escena del encuentro entre el exetarra Ibon Etxezarreta y la viuda Maixabel Lasa .Movistar+

En el primer episodio, titulado 'Zubiak' ('Puentes'), que fue estrenado en el Festival Internacional de Cine de San Sebastián, donde recibió un gran aplauso del público, consigue trasladar al espectador a la reflexión en torno a tamaña barbarie. En él, muestra la conversación en torno a una mesa, surgida a raíz de los encuentros impulsados a través de la vía Nanclares, entre Maixabel Lasa, la viuda de Juan María Jáuregui -político socialista asesinado el 29 de julio de 2000-, e Ibon Etxezarreta, uno de los miembros del comando que lo mató, que lleva 18 años en la cárcel.

El arrepentimiento del terrorista se sienta ante al duelo de la víctima en una emotiva y ejemplarizante charla de tú a tú, frente a frente. Sistiaga agradece la colaboración de las asociaciones de víctimas, a través de las cuales logró contactar con algunos de sus interlocutores. "No hemos tenido ningún problema. Han entendido que era un relato muy plural en el que hablan algunas víctimas que forman parte de asociaciones y otras que no están asociadas, porque el mundo de las víctimas es absolutamente heterogéneo y hay quienes prefieren salir en los medios y quienes prefieren mantenerse en silencio", explica.

Recuerdos en primera persona

Sistiaga, nacido en Irún en 1967, fue testigo del conflicto vasco ya desde niño. Tenía sólo un año cuando ETA comenzó a matar. Su primer asesinato tuvo como objetivo a José Pardines, agente de la Guardia Civil. Pronto, este joven con vocación de periodista, fue consciente de lo que pasaba y de lo que significaban esas siglas. "Para mí, el terrorismo de ETA y la represión policial siempre han estado presentes, no sólo porque vivía en Euskadi, sino porque mi deformación profesional me llevaba a leer todos los periódicos y escuchar todas las radios a primera hora. Allí, además de hablar de la Real o del Athletic, el otro tema de conversación era ETA", advierte.

"Los antidisturbios no discriminaban entre los que estaban en la concentración y los que estábamos jugando a las tabas"

Entre sus recuerdos más nítidos hace alusión a los atentados al lado de su casa, que vivía "como si se tratara de un crimen en una favela o de un asesinato sectario en una calle en Bagdad". Rodeaba el cordón policial y seguía camino al colegio con su cartera a la espalda. "También recuerdo estar en un parque y salir corriendo a refugiarme porque de repente había una manifestación y los antidisturbios no discriminaban entre los que estaban en la concentración y los que estábamos jugando a las tabas", indica.

7 de junio de 1968, el día que ETA mató por primera vez. La víctima, el agente Pardines.

Enseñanza de nuestra historia reciente

En su deseo de tocar temas comprometidos, a Sistiaga le gusta hablar de lo que no nos gusta hablar, de lo que nos incomoda. 'ETA, el final del silencio' sigue la senda de Tabú, serie donde el periodista aborda conceptos como la muerte, la maldad o la pederastia. "ETA también es tema tabú y así se demuestra a lo largo de estos siete episodios, donde podemos ver que hay gente a la que todavía le cuesta hablar de ella", subraya.

Además, advierte, "muchos de los que lo han sufrido la violencia terrorista en primera persona no han hablado de ello a sus hijos, con lo cual, en estos momentos, en la sociedad española, no sólo en la vasca, vivimos en una especie de dulce desmemoria. Hemos tratado de olvidar esos años oscuros y amargos para no trasladar la inquietud vital que teníamos muchos al despertarnos por la mañana con un nuevo atentado".

"La sociedad española, no sólo la vasca, vivimos en una especie de dulce desmemoria en la que hemos tratado de olvidar esos años oscuros y amargos"

Por ello, Sistiaga muestra su preocupación ante el desconocimiento de nuestra historia reciente por parte de las nuevas generaciones. "Ellos no han sentido el terror en su propia piel y tampoco lo han conocido, porque nosotros no se lo hemos contado. Mi hija, de 16 años, ha vivido hasta ahora tan feliz, sin saber qué era ETA, pero creo que es más importante que estudie quién era Miguel Ángel Blanco, que fue asesinado en julio de 1997, que la lista de los reyes godos", señala. De hecho, cuenta, la reacción mayoritaria del público después de ver la serie es solicitar su visionado en los institutos y colegios de toda España.

Asimismo, Sistiaga aprovecha para dirigirse a "a algunos políticos que siguen utilizando a la organización terrorista como un espantajo propagandístico ", a quienes recomienda "que vean los siete capítulos de 'ETA, el final del silencio'", que concluye con el anuncio de disolución de la banda terrorista el 3 de mayo de 2018. "Porque ETA ha desaparecido, y no lo digo yo, lo dicen todos los comisarios, jefes superiores de policía del País Vasco y un alto coronel de Información de la Guardia Civil, que insisten claramente en que la banda terrorista ha sido derrotada, la hemos aniquilado. Por supuesto que quedan asesinatos por resolver y personas por detener que siguen huidas, pero tengo claro que ETA tomó la opción de disolver su proyecto armado y ya no existe, les hemos ganado", sentencia.

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