Más de un centenar de trabajadores de Seat han comenzado a fabricar respiradores de emergencia desarrollados por el Hospital Germans Trias i Pujol, el Clínic y la Universidad de Barcelona que han recibido ya la autorización de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios.

Se trata de un modelo diseñado por la compañía Protofy.xyz, pensado para utilizarse en situaciones de emergencia en caso de ausencia de un respirador tradicional y en pacientes con patologías severas, al que las autoridades sanitarias han dado el visto bueno con el objetivo de desarrollar un estudio clínico.

La investigación permitirá analizar el prototipo en ocho pacientes después de que la semana pasada se probara en otros dos, hospitalizados en Can Ruti, con resultados favorables.

A partir de ahora, la línea de montaje del Seat León trabajará para alcanzar una producción de hasta 300 respiradores diarios, aunque el volumen se irá ajustando a la demanda para evitar stocks innecesarios.

La compañía automovilística reanudó este jueves por la tarde su actividad en sus plantas de Martorell, Zona Franca y Seat Componentes, en Barcelona, para estar listos para la producción en serie del respirador, que será destinado al ámbito sanitario para ayudar en la lucha contra el coronavirus.

Además de poner a punto los procesos de producción con modelos preserie, Seat está formando personal para poder ampliar turnos.

Las pruebas en la línea 1 de Martorell, la que ensambla el León, se suspendieron el miércoles por la tarde después de que se informara a los trabajadores que el prototipo no contaba con la luz verde definitiva y que estaba pendiente de homologación de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios.

Solo 24 horas más tarde, los trabajadores volvieron a ser convocados después de que el presidente del comité de empresa de Seat y secretario general adjunto de UGT de Cataluña, Matías Carnero, lamentarla el "exceso de burocracia" e instara al Ministerio de Salud a acelerar los papeles.

En concreto, el certificado que faltaba es uno sobre electromagneticidad que garantice que el respirador no interfiere en otros aparatos de las UCI.

El respirador, que ya se ha testado con éxito, utiliza el motor adaptado de los limpiaparabrisas, además de engranajes impresos y ejes de cajas de cambios.