La enésima alianza del Gobierno con Ciudadanos, tras el giro al centro orquestado por Inés Arrimadas, incomoda a las filas republicanas, y votarán en contra del decreto de 'nueva normalidad' del Gobierno después de reprochar al Ejecutivo de Pedro Sánchez no haber querido negociar con ellos, pero sí con los naranjas. "No han contado con nosotros, pues que no cuenten con nuestros votos", ha espetado este lunes la portavoz de ERC, Marta Vilalta, en rueda de prensa, sobre la votación que se llevará a cabo el jueves en el Congreso de los Diputados.

Vilalta ha recriminado al Gobierno que haya primado unos votos "más baratos, a cambio de nada, los de Cs", en vez de entablarse con su formación para cosechar la mayoría que le hizo llegar a la Moncloa. Pese a que ERC apoyó la última prórroga del estado de alarma y que quedan días hasta que se realice la votación, desde Esquerra dan el posicionamiento por cerrado. En cuanto al contenido de la norma, discrepan sobre cuestiones competenciales en cuanto a materia sanitaria y sobre la forma en cómo el Gobierno aborda la nueva etapa que según ERC es "militarización, sanciones y prohibiciones" cuando, a su juicio, debería centrarse en la "prevención".

"No nos vamos a rebajar, haremos valer nuestros votos. La pregunta es si el Gobierno quiere seguir jugando a la geometría variable y qué dice Podemos de todo esto", ha avisado la portavoz, a sabiendas de que a los morados les preocupa que Cs pueda situarse ahora como socio preferente del PSOE y, por ende, del Gobierno que comparten.

Por otra parte, ERC ha celebrado haber recuperado las competencias en esta etapa de "reanudación", pero ha criticado que la ministra de Hacienda y portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, "mintiera" sobre la recentralización del Estado con el mando único en un mitin este fin de semana. "Es muy lamentable que se mienta de esta forma. Si asumieron las competencias, tienen que asumir las responsabilidades", ha espetado Vilalta.

El suplicatorio

La votación del suplicatorio del Tribunal Supremo para investigar a la portavoz de JxCat, Laura Borràs, sigue generando disputas en el independentismo y la presidenta de la ANC, Elisenda Paluzie, puso más presión en una entrevista en EL PERIÓDICO en la que pidió a los republicanos y a los anticapitalistas a votar en contra.

Vilalta ha defendido que las conversaciones para atar un posicionamiento conjunto de los tres partidos independentistas siguen su curso, por ahora sin consenso, pero ha avisado que su posición se basa en tres premisas: en primer lugar, "cualquier sombra de duda se debe investigar con garantías y dar todas las explicaciones"; en segundo lugar, "siempre haremos y daremos toda la solidaridad a las personas perseguidas políticamente por ser independentistas"; y tercero, "hay que mantener la integridad del movimiento independentista, que es democrático y cívico no se puede vincular a sombras de duda".

Vilalta ha ido más allá y ha emplazado al independentismo a tejer una estrategia conjunta, "para que cada nuevo choque del Estado no cree más división interna en el independentismo, que cansa muchísimo y hace enfadar a la ciudadanía". "Tenemos que sentarnos en una mesa, cerrar una diagnosis el máximo de compartida posible de dónde estamos. [...] Se tiene que hacer compatible la superación de la crisis postcovid-19 con el camino en transitar hacia la república catalana que es nuestro objetivo principal", ha enfatizado.

JxCat propuso no participar en la votación pero en los últimas días la postura se ha movido hacia el 'no' y presionan a ERC y la CUP para que registren este mismo sentido de voto. Sin embargo, los anticapitalistas propusieron a Borràs que abandonara su escaño en el Congreso para que dejara de estar aforada y el caso volviera a la justicia ordinaria, donde creen que tendría "un juicio justo", pero la portavoz de JxCat se niega a abandonar su puesto en el hemiciclo.

Los republicanos optaron por no participar en la votación de la comisión del diputado, porque al igual que la CUP, no pueden pasar por alto que la Sindicatura de Cuentas acreditara indicios de corrupción al detectar varios contratos de la etapa de Borràs al frente de la ILC que incumplían la legalidad vigente. Desdeñan que Borràs sea juzgada por la sala que preside Manuel Marchena, el encargado de la sentencia del 'procés' que condenó a la cúpula del 1-O, pero creen que sí debe rendir cuentas ante un tribunal por sus supuestas irregularidades al frente de la institución catalana.