El brote de COVID-19, 10 más que este miércoles, mientras que el número de nuevos positivos en el conjunto de Euskadi asciende a 30, según ha informado este jueves la consejera de Salud del Gobierno Vasco, Nekane Murga.

De los 30 nuevos casos en el País Vasco, 16 corresponden a Gipuzkoa, 12 de ellos relacionados con el foco de Ordizia, aunque no todos residen en esta localidad, donde se ha establecido desde ayer la obligatoriedad de llevar mascarilla aunque se respete la distancia de seguridad y se han impuesto restricciones a los establecimientos hosteleros.

En las últimas 24 horas, en las que no se ha contabilizado ningún fallecimiento, se han registrado 5 nuevos contagios en Bizkaia y 9 en Álava, de los que aproximadamente la mitad son contactos directos de los positivos notificados ayer en Vitoria.

Hay seguridad para votar

La Junta Electoral del País Vasco ha desestimado la petición de EH Bildu de que se establezcan medidas especiales para poder votar en la localidad guipuzcoana de Ordizia y su comarca debido al brote de coronavirus y ha considerado que las ya establecidas son suficientes para que la población acuda a las urnas con garantías.

EH Bildu presentó un requerimiento a la Junta Electoral en el que exigía medidas para "salvaguardar" el derecho al voto en Ordizia y en el resto de localidades pertenecientes a esta comarca del interior de Gipuzkoa, aunque no pidió la anulación de los comicios en la zona.

La Junta Electoral, reunida esta mañana de forma telemática, ha acordado instar al Departamento de Salud a que traslade a la población "la suficiencia de las medidas adoptadas para garantizar" tanto el derecho a la salud como el derecho al voto en las elecciones vascas de este próximo domingo.

La Junta constata que se han adoptado las medidas necesarias para la prevención del coronavirus en los colegios electorales aunque señala que esas medidas "serán objeto de seguimiento y evaluación continua a fin de garantizar su adecuación a la evolución de la situación epidemiológica y sanitaria".

Tarragona y el Ebro

Por otro lado, el departamento de Salud ha detectado dos nuevos brotes de COVID-19, uno en Tarragona, cuyo origen, en este último caso, se sitúa en el municipio del Perelló.

Según ha informado a EFE un portavoz de la consellería, en Tarragona capital se contabilizan a esta hora cinco personas infectadas, todas del mismo núcleo familiar, y se está siguiendo la evolución de otras 20 personas que han mantenido contacto con los positivos.

En el caso de les Terres de l'Ebre el brote afecta a cuatro personas, dos de ellas viven en Xerta y otras dos en Camarles. Sin embargo, estos positivos se habrían infectado en una reunión de un claustro de profesores celebrada en la cercana localidad de Perelló, motivo por el cual se trabaja como si fuera un solo brote y no dos. En este caso, hay otras 46 personas bajo vigilancia epidemiológica.

Estos dos brotes se suman al ya reportado hace unos días en la localidad tarraconense de Alcanar, donde se detectaron tres positivos tras una fiesta y donde se sigue la evolución de otras 34 personas.

Campamento en Girona

Además, un menor ha dado positivo en COVID-19 en un campamento de verano de Cassà de la Selva (Girona) ha obligado a aislar a doce personas, entre los compañeros de actividades de ese usuario del servicio y monitores.

Según confirma el Ayuntamiento, la situación se ha puesto en conocimiento del Área Básica de Salud de esta localidad y, posteriormente, de la Agencia de Salud Pública, responsable de la gestión de la pandemia.

También se le ha confirmado el positivo a la entidad que organiza el campamento, el Club Tennis Cassà, y a todos sus usuarios, entre ellos varios de municipios vecinos, por lo que el caso se ha comunicado también a sus respectivos alcaldes.

El afectado era de hecho de una de esas localidades próximas a Cassà de la Selva y todos los contactos del grupo con el que compartía actividades, una división de participantes que se ha acentuado este año para delimitar posibles infecciones, permanecen aislados en sus respectivos domicilios.

Esta medida preventiva se prolongará durante dos semanas, aunque los responsables sanitarios, según un bando del alcalde Robert Mundet, no han obligado y ni siquiera solicitado el cierre del campamento, "ya que se han cumplido las recomendaciones necesarias para su buen funcionamiento".

La medida clave, según Mundet, ha sido esa ausencia de relación entre los diferentes grupos organizados de usuario, por lo que, desde el ayuntamiento, se pide "tranquilidad" para continuar con el programa previsto "con total normalidad".