El PNV y los socialistas han dejado claro este lunes que tratarán de reeditar la coalición en el Gobierno Vasco, que esta vez contará con la mayoría absoluta que no tuvo en la legislatura pasada.

En las elecciones celebradas ayer, 12 de julio, se impuso el PNV con 31 parlamentarios (3 más), que unidos a los 10 de los socialistas (1 más) suman 41, claramente por encima de los 38 en los que se sitúa la mayoría absoluta del Parlamento vasco.

Ambos partidos también gobiernan en coalición en los ayuntamientos y diputaciones forales y el PNV es socio "estable" del Gobierno de Pedro Sánchez, y durante la campaña ya dijeron que la coalición había funcionado bien y que era su principal opción a la hora de pactar.

La presidenta del PNV en Bizkaia, Itxaso Atutxa, ha asegurado que la primera opción es repetir gobierno de coalición con el PSE-EE y se ha mostrado convencida de que el candidato a la reelección como lehendakari, Iñigo Urkullu, "seguro que ya" ha comenzado a hablar con los socialistas vascos, aunque fuentes del PNV han señalado que no han contactado todavía con el PSE-EE.

El PNV, cuya ejecutiva ha analizado hoy los resultados electorales con Iñigo Urkullu, "no ha ocultado en campaña" que iba a tratar de revalidar su pacto "que ha funcionado tan bien en los últimos cuatro años, en una coalición que ha funcionado" en las instituciones donde ha gobernado, ha asegurado Atutxa, al tiempo que ha confiado en que la ejecutiva de PSE-EE opte también por esa opción.

Por parte socialista, el secretario general en Gipuzkoa, Eneko Andueza, se ha mostrado dispuesto a empezar a dialogar con el PNV, al que corresponde como ganador dar el "primer paso", lo que analizó la ejecutiva del PSE-EE en una reunión vespertina en Bilbao.

Más clara ha sido la ejecutiva federal del PSOE, que ha valorado que se pueda reeditar el pacto con el PNV, que viene a "fortalecer" el Ejecutivo de coalición "que ya estaba gobernando".

La voz discrepante, como muchas veces, ha sido la del diputado guipuzcoano Odón Elorza, que ha defendido replantearse los pactos de gobierno con el PNV y apostar por políticas de izquierda desde la oposición.

El otro ganador de las elecciones, EH Bildu, que consiguió 22 parlamentarios y fue el único que subió en votos, ha anunciado una ronda con el resto de partidos salvo PP+Cs y Vox para articular las "mayorías soberanistas y progresistas" del Parlamento, aunque ambas sean incompatibles.

La primera de ellas pasa por el PNV, una posibilidad de gobierno que ninguno de los dos contempla, y la progresista por el tripartito con PSE-EE y Podemosque los socialistas descartan pese a los emplazamientos recibidos.

La estrategia de Bildu es continuar con el crecimiento, "estructural" según Arnaldo Otegi, hasta conseguir superar al PNV como ERC hizo con CiU en Cataluña.

"Hay dos posibilidades: una la que representa el PNV, autonomista y neoliberal, y otra que representa EH Bildu, que es nacional, popular y progresista. Y esta opción se ha reforzado, porque la gente lo ha querido", ha resumido Otegi tras la reunión de la Mesa Política de la coalición abertzale.

Entre los perdedores, la coordinadora autonómica de Podemos, Pilar Garrido, ha reconocido los malos resultados (baja de 11 a 6 escaños) y ha abogado por hacer autocrítica por no ser capaces de movilizar a su electorado al tratarse de un partido nuevo con "muchos líos internos" y continuos cambios de dirigentes y candidatos.

En cambio, Carlos Iturgaiz ha asegurado que en el PP, pese a bajar de 9 a 5 parlamentarios en coalición con Ciudadanos, "no vamos a cambiar nuestro programa por lograr" votos y, así, se mantendrá "en la defensa del Estatuto de Gernika y de la Constitución española, y de un País Vasco fuerte dentro de España".

Por Vox, su parlamentaria electa, Amaya Martínez, ha dicho que no buscarán acuerdos con ninguna otra formación y que luchará contra "la imposición del euskera y el nacionalismo totalitario", ha dicho.