El juez de la Audiencia Nacional Manuel García Castellón ha suspendido la comparecencia prevista para el próximo lunes, 20 de julio, del que fuera secretario de Estado de Seguridad Francisco Martínez, después de que la defensa de éste le haya comunicado que no tiene intención de declarar, según han informado a Europa Press fuentes jurídicas.

El ex 'número dos' del Ministerio del Interior con Jorge Fernández Díaz está imputado en la pieza 7 del conocido como caso Villarejo, concretamente la que investiga la operación Kitchen, el presunto operativo policial secreto y sin control judicial puesto en marcha en 2013 y dirigido a espiar al extesorero del PP Luis Bárcenas.

Martínez ya había informado al Juzgado Central de Instrucción número 6 que al seguir secreta la pieza seguirá manteniendo el criterio que ya mostró la primera vez que fue citado, el pasado enero, de no prestar declaración por no conocer exactamente los hechos que se le imputan.

Así pues, según las fuentes consultadas, el magistrado instructor ha decidido aplazar la comparecencia del ex secretario de Estado, que es el primer cargo político investigado en esta pieza 7, la cual se abrió en 2018 y en la que también están imputados varios antiguos mandos policiales, entre ellos el que fuera director adjunto operativo (DAO) de la Policía Nacional Eugenio Pino y los comisarios jubilados José Manuel Villarejo y Enrique García Castaño.

Fue este último quien en una de sus últimas declaraciones ante el juez y los fiscales del caso aportó a la causa el contenido de dos móviles sustraídos a Bárcenas en el contexto del operativo. Apuntó que él mismo volcó los datos de los móviles en un ordenador portátil adquirido ex profeso para poder mostrar la información a Francisco Martínez, tal y como informaron fuentes presentes en aquel interrogatorio.

La pieza clave de la 'operación Kitchen' fue Sergio Ríos, el chófer de Bárcenas, quien fue captado por el comisario Andrés Gómez Gordo a razón de 2.000 euros al mes de los fondos reservados durante los dos años que se mantuvo el operativo. Los recibos de aquellos pagos estaban en poder de Villarejo y tenían reflejo en los archivos del Ministerio del Interior, que tras desclasificar el operativo, remitió los documentos que encontró a la Audiencia Nacional.

García Castaño siempre ha sostenido que se trataba de un operativo legal para buscar fondos ocultos y testaferros que Bárcenas habría estado ocultando a la justicia. También ha negado, como hizo en su día Eugenio Pino, que tuviese el nombre de 'Kitchen', el apelativo que habría dado Villarejo al asunto porque decía que Ríos parecía un cocinero.