El presidente del Parlament, Roger Torrent, y el diputado de ERC Ernest Maragall han presentado una querella contra el exdirector del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) Félix Roldán y la empresa israelí NSO Group por supuesto espionaje informático.

Torrent y Maragall son dos de las 1.400 personas afectadas por el ataque con el software Pegasus en 2019, desarrollado por NSO Group, un sistema de espionaje informático que se suministra solo a policías y sistemas de inteligencia de estados.

En la querella presentada en los juzgados de Barcelona que se ha dado a conocer este jueves, los dos dirigentes de ERC piden que se tome declaración a Roldán, director del CNI cuando se produjo el supuesto espionaje, y a los responsables de NSO Group, para tratar de clarificar los hechos y posibles delitos.

Los querellantes sostiene en su escrito que los hechos "son claramente actos de espionaje (consumados o intentados) de interceptación de comunicaciones, intrusión ilegal en dispositivos informáticos y adquisición y producción de precursores de espionaje".

En el escrito, los dirigentes de ERC sospechan que todo forma parte de un "espionaje político vinculado a los servicios de inteligencia estatales", habida cuenta, razonan, de que "no hay elementos para pensar que NSO sirva sus productos a otros organismos que no sean inteligencia o policiales".

Este presunto ataque se produjo entre el 29 de abril y 10 de mayo de 2019, fechas previas a las elecciones municipales, a las que Maragall concurrió como candidato de ERC a la alcaldía de Barcelona.

En esas fechas, según explica la querella, Torrent y Maragall participaron en reuniones de partido para preparar la campaña electoral, encuentros en el ámbito de la actividad parlamentaria y tuvieron contactos con entidades de diversa índole, así como conversaciones con periodistas.

El supuesto ataque se produjo por la instalación, sin autorización de los afectados, del software Pegasus en el programa WhatsApp, maniobra con la que podrían haber controlado el móvil de la víctima e interceptar las comunicaciones.

En el escrito de la querella se advierte de que Pegasus "desborda cualquier monitorización prevista en la ley española".