Las fuerzas de seguridad detuvieron a 391 personas desde 2012 en 216 operaciones contra el terrorismo yihadista en España, entre ellas los tres marroquíes procesados por los atentados de hace tres años en Barcelona y Cambrils, en la región de Cataluña, que causaron 16 muertos y 140 heridos.

Precisamente es en Cataluña donde más operaciones (67) y detenidos (113) se registraron hasta ahora, según se desprende de los datos recabados por el Ministerio español del Interior y publicados en su página web, y Barcelona la provincia con más arrestados (83), seguida por Madrid (71).

Pese a la alta incidencia en España de la epidemia de coronavirus, las fuerzas de seguridad siguen alerta y detuvieron desde principios de año a 20 personas supuestamente relacionadas con la organización terrorista Estado Islámico en 11 operaciones.

Los atentados yihadistas, son los más graves desde el de Madrid del 11 de marzo de 2004, donde fueron asesinadas 192 personas con explosivos en trenes y más de 1.600 resultaron heridas.

También en Cataluña se desarrolló la última operación antiyihadista, a mediados de julio pasado. La Policía regional catalana detuvo en el barrio de la Barceloneta a dos hombres de 41 y 43 años y nacionalidad argelina, acusados de integrar una célula que en 2019 planeaba atentar con explosivos en Barcelona.

Aunque el grupo había sido prácticamente desarticulado el año pasado, las investigaciones permitieron localizar a los responsables de identificar y controlar los objetivos seleccionados para los ataques.

Otra de las últimas operaciones, también llevada a cabo a mediados de julio, tuvo lugar en Alicante, con el arresto de un joven por difundir presuntamente propaganda del Estado Islámico en plataformas de videojuegos en internet.

Los especialistas tenían claro que el EI podría aprovechar el momento de debilidad del confinamiento de la población durante la epidemia, entre marzo y junio pasados, para reclutar adeptos a través de las redes y llamar a la acción terrorista a los llamados "lobos solitarios".

Como subraya el último informe del Observatorio Internacional de Estudios sobre Terrorismo, auspiciado por la asociación de víctimas Covite, ha habido mucho tiempo para consumir propaganda yihadista.

No obstante, los especialistas del observatorio creen que "más que una radicalización desde una fase primigenia, lo que se ha producido es una aceleración de los procesos de autoadoctrinamiento sobre individuos que y habían iniciado su radicalización previamente a la implantación del estado de alarma" en España.