La Guardia Civil detuvo el pasado domingo al propietario del kiosco El Pirata de Formentera, Joan Yern Mayans, juez de paz titular de la isla desde hace 20 años, y le atribuye la presunta comisión de un delito de lesiones (art. 152.1) por, presuntamente, favorecer la propagación del coronavirus, y otro más contra los derechos de los trabajadores, en concreto por no respetar las normas de riesgos laborales (art. 316), según ha confirmado esta mañana la oficina periférica de comunicación de la comandancia de Balears. La detención, explicó la Guardia Civil, se produjo después de que la conselleria balear de Administraciones Públicas y Modernización decretara el cierre provisional de este restaurante de la playa de ses Illetes por mantener en activo a cinco trabajadores que debían estar en aislamiento por coronavirus, ya que dos compañeros habían dado positivo en Covid-19.

El pasado domingo, Yern fue citado en Ibiza por la Guardia Civil, donde fue interrogado y quedó detenido. Tras pasar una noche en el calabozo, el lunes por la mañana prestó declaración en el juzgado de guardia, en esta ocasión Instrucción número 2, que decretó su puesta en libertad con cargos, en concreto las imputaciones de lesiones y contra el derecho de los trabajadores. También fue arrestado uno de los encargados del restaurante. "No voy a decir nada sobre esto, estoy muy liado pagando nóminas", ha declarado esta mañana el juez de paz de Formentera a este diario.

Unos días antes, el número 112 había recibido varias llamadas alertando de que en este restaurante estaban en activo trabajadores que deberían encontrarse en cuarentena, lo que motivó una inspección conjunta por parte de las direcciones generales de Emergencias e Interior y de Salud Pública. Por este motivo el Consell de Formentera decretó, por primera vez, el cierre provisional por presuntos incumplimientos de la normativa sanitaria relativa al coronavirus. Al parecer, se realizaron dos inspecciones, y en ellas participaron agentes de la Policía Local de Formentera y de la Guardia Civil.

El miércoles de la semana pasada se detectaron dos positivos de Covid-19 entre el personal de El Pirata y se activó el protocolo de aislamiento de sus contactos estrechos. Cinco de estas personas que tenían que permanecer en cuarentena a la espera de los resultados de las pruebas PCR fueron identificadas cuando trabajaban en el local, asegura el Govern balear. Días más tarde se supo que el número de contagiados se había elevado de dos a 15, sobre una plantilla de unos 45 trabajadores, aunque ahora ya podrían ser más.

Coacciones a los trabajadores

Fue entonces cuando la Guardia Civil arrestó a Yern y a uno de los responsables de El Pirata, con el fin de investigar unas posibles coacciones hacia los trabajadores y el peligro de contagio al que han podido estar expuestos. Un peligro que no se limita a los trabajadores del empresario, sino que se podría haber extendido a los clientes de este frecuentado local, famoso por sus paellas de extraordinaria calidad. De ambas circunstancias deriva la imputación por lesiones que le atribuye la Guardia Civil. De hecho, tras decretar el cierre del local, que por el momento no tiene fecha de reapertura, el Govern balear, a través de la dirección general de Salud Pública, emitió el día 16 un comunicado reclamando la colaboración de la ciudadanía para atajar el brote de Covid-19 surgido en El Pirata. El Govern pide a todas las personas que hayan estado en este local entre los días 10 y 14 de este mes que se hagan una prueba PCR para descartar que se hayan podido contagiar con el virus.

El Servicio de Salud balear ha habilitado un número de teléfono para cada isla con el fin de que las personas afectadas puedan pedir cita para la extración de muestras para ser analizadas. Deben llamar al teléfono 608 548 577 entre las ocho de la mañana y las ocho de la tarde. En el caso de Formentera, la toma de muestras se hará en el gimnasio del Hospital, donde se ha reabierto la unidad volante de atención al Covid-19, conocida como UVAC Exprés.

Este local es famoso porque sirve paellas a barcos que fondean en ses Illetes, embarcaciones que proceden de cualquier lugar del mundo.

Yern lleva dos décadas como juez de paz de Formentera "haciendo su labor con rigor y profesionalidad, reconocido por todos los partidos políticos de Formentera y del que se puede decir que hace su trabajo con total dedicación hacia el ciudadano", señala la página del Juzgado de Paz de la isla. "También es el propietario del restaurante es Molí de Sal y del kiosko El Pirata, ambos en la famosa playa de ses Illetes", se añade.