La vicepresidenta primera del Gobierno, Carmen Calvo, ha respondido a duras críticas del PP pidiendo a este partido que deje de hacer el trabajo a la ultraderecha y que vuelva a ser un partido de estado, saliendo de una "espiral" en la que "llaman dictadura a la democracia".

En la sesión de control del Congreso, Calvo ha reclamado al PP que cumpla la Constitución y ha pedido "tranquilidad" a su portavoz parlamentaria, Cuca Gamarra, tras una intervención bronca de la diputada 'popular', que ha obligado a la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, a pedir silencio en varias ocasiones.

La vicepresidenta ha defendido la reforma planteada por PSOE y Unidas Podemos para reducir la mayoría necesaria para renovar el CGPJ, citando un párrafo de una modificación del PP en 2013: "Siendo así las cámaras pueden en todo momento evitar una situación manifiestamente inadecuada para el correcto funcionamiento de las instituciones".

El Gobierno busca cumplir la Constitución, ha defendido Calvo, acusando al PP de haber entrado en una "espiral inexplicable e inentendible": "Al cumplimiento de las normas le llaman secuestro, a las proposiciones de ley le llaman alarma, al bien común le llaman excusa, a la democracia le llaman dictadura".

Además, ha asegurado que a Gamarra "le costó mucho trabajo, unos segundos interminables, reconocer el resultado de las urnas", al ser preguntada ayer en rueda de prensa si el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, era un dictador.

La portavoz del PP, Cuca Gamarra, ha acusado a Calvo de estar amparando al vicepresidente segundo, Pablo Iglesias: "Parece mentira que siendo usted tan feminista respalde el machismo de Iglesias en el caso Dina", ha afirmado, provocando quejas entre los parlamentarios.

A juicio del PP, "el imperio de la ley" es "un estorbo" para "los instintos autoritarios del Gobierno" y ha acusado al Ejecutivo de "despotismo", aplicando la alarma en Madrid y planteando ahora la reforma del poder judicial, cuya retirada ha exigido Gamarra.

"Cambian sobre la marcha las reglas del juego, se saltan los informes preceptivos, retuercen las mayorías parlamentarias para adaptarlas a sus conveniencias, son ustedes un fraude, no respetan la separación de poderes y quieren volver a matar a Montesquieu", ha exclamado Gamarra.