Un total de 19 agentes están siendo investigados judicialmente por su actuación durante los disturbios en las protestas por la sentencia del 'procés', de los cuales 16 son miembros de los Mossos d'Esquadra y otros tres son policías nacionales, de acuerdo con el centro de derechos humanos Irídia.

Así lo ha explicado la entidad en rueda de prensa, en la que ha dado a conocer los trece casos que acompañan de víctimas de supuesta violencia policial, entre los que se encuentran seis personas que sufrieron impactos de proyectiles foam o pelotas de goma, ocho que fueron golpeados con la porra y uno que habría sido agredido con una furgoneta.

De acuerdo con Irídia, entre los heridos se encuentran dos manifestantes que perdieron el ojo por el impacto de un proyectil, uno de ellos en el aeropuerto de El Prat el primer día de protestas convocadas por Tsunami Democràtic -en el que se han presentado como acusación popular-, y otro en la calle Tragalfar de Barcelona el 18 de octubre.

"En muchas ocasiones los proyectiles se utilizaron para dispersar a la gente y esa no es su función", ha denunciado la codirectora de la entidad, Anaïs Franquesa.

De los afectados que habrían sufrido golpes con el bastón policial, hay casos de personas que recibieron impactos en la cabeza, el tronco superior o en situaciones en las que no tenían capacidad de movilidad y otras que fueron acompañadas de agresiones verbales y amenazas "con un plus de violencia", según la entidad.

De hecho, durante las movilizaciones contra el fallo del Tribunal Supremo que condenó a los líderes independentistas, la organización realizó un total de 204 atenciones telefónicas, presenciales y por correo electrónico en el marco del dispositivo de la plataforma Som Defensoras, que integraban junto a otras entidades.

A raíz de estos episodios, el equipo psicosocial de Irídia ha atendido a 13 personas, dos por pérdida de visión, dos por lesiones graves en otras zonas del cuerpo y el resto por lesiones físicas leves con fuerte impacto psicológico.

"A nivel general, los casos que llevamos presentan sintomatología ansiosa y depresiva, dificultades para dormir y comer, pesadillas, mucha tristeza, miedo, sentimientos de parálisis cuando se encuentran con agentes policiales en contextos totalmente diferentes y también injusticia, rabia y culpa", ha explicado la psicóloga Natàlia Abrego.

La entidad ha denunciado así que, con determinadas prácticas policiales, se intentara "herir psicológicamente" a los detenidos: "Hemos detectado una voluntad de humillar y vejar a las personas agredidas", ha resaltado Abrego.

Por su parte, el otro codirector de Irídia, el abogado Andrés García Berrio, ha detallado que este martes trasladaron este balance al conseller de Interior, Miquel Sàmper, y al director de los Mossos d'Esquadra, Pere Ferrer, a quienes también pidieron conocer la instrucción que regula el uso de proyectiles foam, lo que les ha sido denegado por "motivos de seguridad".

"Ni esta ni ninguna instrucción han estado publicadas jamás de forma oficial. Tenemos un problema de transparencia", ha alertado para agregar: "A la vista está que los mecanismos actuales no están funcionando de manera adecuada cuando son entidades de la sociedad civil las que damos apoyo a la ciudadanía y no los cuerpos policiales".