El presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, se ha mostrado este martes "muy pesimista" sobre la posibilidad de mantener abierta la movilidad de entrada y salida de Andalucía ante los datos epidemiológicos y de hospitalizaciones recogidos esta mañana, si bien todavía no se ha tomado esa decisión.

En una entrevista en COPE, Moreno también ha avanzado que se modificarán las horas del toque de queda de 23.00 horas a 6.00 horas recogido en el estado de alarma decretado por el gobierno y que las comunidades autónomas tienen la posibilidad de cambiar una hora por delante o por detrás, aunque no ha aclarado el horario que se fijará finalmente.

En cualquier caso, ha precisado que el gobierno andaluz adoptará este miércoles las decisiones relativas a la aplicación en Andalucía del estado de alarma atendiendo los criterios de su comité científico y técnico.

El presidente ha explicado que los contagios por coronavirus y las hospitalizaciones registran una tendencia alcista en los últimos días y, de hecho, el dato de hospitalizados (el lunes fueron 2.144) es parecido al del pasado 6 de abril, seis después de alcanzar el récord, y ha avanzado que noviembre y diciembre serán meses complejos.

"No son buenos datos que animen a mantener Andalucía abierta para el puente de noviembre", ha lamentado Moreno, quien ha señalado que es un "triste dilema" buscar un "equilibrio entre la economía y salvar vidas" con la toma de decisiones que le "duelen porque se limitan las posibilidades de sectores importantes" como la hostelería y el ocio nocturno.

Para el presidente andaluz, decretar el estado de alarma era necesario, pero ha considerado "desproporcionado" alargarlo hasta el 9 de mayo, como plantea el gobierno de la nación, y ha advertido que es un "mensaje demoledor" para la industria turística en general decir de esa manera que "no habrá Navidades, ni Semana Santa, ni fiestas de primavera".

También "reputacionalmente tritura la marca España", ha afirmado, y ha apoyado la propuesta del presidente del PP, Pablo Casado, de extender el estado de alarma dos meses y "no dar un cheque en blanco" hasta mayo, que, a su juicio, "tiene connotaciones políticas distintas a la pandemia".

Con esta estrategia el gobierno "no quiere asumir coste político alguno en la gestión de la pandemia y lo traslada a las comunidades" para que tomen las decisiones "difíciles y complejas", según Moreno, quien ha precisado, no obstante, que de nada sirve "cerrar Andalucía o algunos sectores si las fuerzas de seguridad del Estado no velan para que se cumpla, porque no tenemos policías autonómicos" como Cataluña o el País Vasco.