Como estaba previsto y en el 'tempo' también previsto, por aquello de no juntarse con Ciudadanos, Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) ha anunciado este viernes que no vetará los Presupuestos Generales del Estado porque "sería una grave irresponsabilidad". De hecho, ERC subraya el proyecto de cuentas públicas como una "necesidad urgente también para el conjunto de catalanes y catalanas".

La situación pandémica, que convierte en absolutamente imprescinidible la vigencia de unas nuevas cuentas (las actuales son obra del PP, prórrogas mediante) ha sobrepasado otras carpetas sensibles, como la Operación Volhov y el enfado de los republicanos que exigieron al Gobierno que se posicionara sobre si estaba de acuerdo o no con la acción judicial. de hecho, la semana pasada los republicanos trasladaron al PSOE un "así vamos mal" que no auguraba grandes avances.

"No nos podemos permitir el 'no a todo'. Seguramente es la posición más fácil, pero no la que necesita la ciudadanía de Cataluña, nuestras empresas y nuestro tejido social. Por este motivo, Esquerra Republicana no presentará enmienda a la totalidad", explican en un comunicado. "Hoy simplemente lo que hacemos es no bloquear su tramitación, y debe ser el Gobierno quien busque sus apoyos para acabarlos aprobando", añade Esquerra, que subraya que trabajará para que estas cuentas "sean justas" con Cataluña y con las necesidades de la ciudadanía en la situación actual. cabe recordar que el rechazo republicano al anterior proyecto de cuentas derivó en la nueva secuencia de elecciones electorales del 2019.

Aunque las cosas ahora han cambiado, puesto que la voluntad de Ciudadanos de negociar las cuentas resta, lógicamente, fortaleza a la posición negociadora de ERC, por cuanto abre otra vía a Sáchez para la aprobación.

En cualquier caso, avisan al Gobierno de Pedro Sánchez de que a día de hoy están "muy lejos de poder apoyarlos", antes de hacer un llamamiento a la negociación. Y es que, junto con la investidura, esta negociación presupuestaria se presenta com una de las pocas ventanas de oportunidad en las que los republicanos pueden arrancar medidas del bipartito central, ya sea en el asunto pecuniario (inversiones, ley de dependencia, entre un largo etcétera) como las relativas a la situación de los presos.

Evidentemente, el calendario electoral también marca la precaución de los republicanos para no aceptar rápidamente las cuentas de Sánchez. Con unas elecciones el 14 de febrero y su máximo competidor, enemigo y socio, Junts per Catalunya, instalado en el 'no a todo', la aprobación final de los presupuestos puede suponer un nuevo episodio de reproches cruzados.

EH Bildu, que suele coincidir con la postura política de ERC, también ha anunciado este viernes que no presentará una enmienda a la totalidad a los presupuestos. La portavoz parlamentaria del partido, Mertxe Aizpurua, ha asegurado que "las conversaciones con el Gobierno están avanzando en la buena dirección" y que se han encontrado con una "actitud receptiva" por parte de la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, y el secretario de Estado de Derechos Sociales, Nacho Álvarez.

"En este debate presupuestario se está jugando mucho más que la mera aprobación de los Presupuestos, se juega la legislatura y el rumbo político de este país en los próximos años", ha sentenciado Aizpurua antes de subrayar la "plena disposición a dialogar y negociar" de EH Bildu. Además, ha explicado que desde hace semanas mantienen una "interlocución fluída y constante" con el Ejecutivo para sacar adelante las Cuentas públicas.

Preguntada por si su voto a favor de los Presupuestos resultaría incompatible con el apoyo de Cs, la diputada de EH Bildu ha señalado que el bloque de la investidura sería el que daría "mayor estabilidad a la legislatura". "La pregunta es ¿qué quiere hacer [Pedro] Sánchez y con quién? Tiene que elegir", ha subrayado. No obstante, ha augurado que si el presidente del Gobierno quiere "jugar a la geometría variable y mirar a Cs" eso tendrá "poco recorrido".