Las autoridades mauritanas van a expulsar esta misma noche a los 21 inmigrantes que fueron deportados en un avión especial fletado desde Gran Canaria hasta la ciudad mauritana de Nuadibú por el ministerio del Interior español.

Según dijeron fuentes de la seguridad mauritana, los 21 emigrantes extranjeros (hay además uno mauritano) serán puestos en un autobús esta misma noche para viajar desde Nuadibú, en el extremo norte del país, hasta el paso fronterizo de Diama con Senegal, en el extremo sur; es decir, 680 kilómetros de carretera.

En el autobús subirán los 20 senegaleses y también el guineano que viajó en el mismo avión, toda vez que se considera que los naturales de Guinea Conakri entraron a Mauritania desde Senegal y por tanto son expulsados a este país en virtud de los acuerdos de readmisión firmados por Mauritania con sus vecinos Senegal y Mali.

Mauritania tiene además con España un acuerdo vigente desde 2003 por el que este país magrebí acepta que se le entregue a cualquier inmigrante llegado a Canarias, con independencia de su nacionalidad, si ha salido de sus costas o simplemente ha transitado por su territorio.

Las fuentes precisaron que estos 22 inmigrantes llegados a Nuadibú fueron identificados como el grupo que hace dos meses llegaron a Gran Canaria tras haber partido de la costa de Nuakchot, la capital mauritana.

El pasado sábado, las autoridades mauritanas procedieron hoy a la expulsión de 210 emigrantes irregulares de nacionalidad subsahariana, tras su abortada tentativa de llegar a las islas Canarias.

Los emigrantes -de nacionalidad senegalesa y maliense- fueron conducidos a bordo de autobuses hasta las fronteras de sus respectivos países: el embalse de Diama, que marca la frontera con Senegal, y la frontera de Gogui Zemmal con Mali.

Según esta fuente, 108 de los emigrantes arrestados fueron interceptados en alta mar por los guardacostas mauritanos, mientras que los otros 102 emigrantes fueron arrestados por la policía de Nuadibú, mientras se preparaban para coger un barco.