Los abogados que ejercen la acusación y la defensa en el juicio de los atentados de Barcelona y Cambrils del 17 y 18 de agosto de 2017 se han encontrado esta mañana al entrar en la sala de vistas con una dulce sorpresa: sobre sus mesas en estrados había unos caramelos. Algunos de los letrados lo han interpretado como un detalle del presidente del tribunal, Alfonso Guevara, para reconducir la relación que mantuvo con ellos la primera semana de la vista oral, según señalan a este diario.

Además, durante toda la sesión el magistrado ha guardado el tono sin gritar en ningún momento, pese a que es su práctica habitual cuando considera que algunas de las preguntas no aportan mucho al juicio. Con la abogada defensora del principal acusado, Mohamed Houli Chemal, por ejemplo le ha indicado que preguntar a los bomberos qué recogían los mossos de la Científica solo tenía sentido si se ponía en duda la actuación policial durante el reconocimiento de los escombros del chalet de Alcanar.

Eso contrasta con el tono de la semana pasada que llevó al Consell de l'Avocacia Catalana a manifestar su "más profundo rechazo e indignación por el trato" que el magistrado dispensaba a los letrados del juicio y se reservaban la posibilidad de denunciarle ante el Consejo General del Poder Judicial por una falta grave de desconsideración hacia ellos.

A ello se ha sumado este martes la Comissió de Defensa del Colegio de Abogados de Barcelona, que en un comunicado instan al órgano de gobierno de los jueces a tomar medidas disciplinarias contra Guevara si no se disculpa con los letrados.

En su caso se centran en un comentario del juez que envió "a la basura" por extemporáneos los escritos que habían presentado algunas acusaciones durante el juicio, como la que ejerce el diputado Jaume Alonso-Cuevillas, que intentó introducir ya iniciada la vista oral un informe en el que se cuestiona la muerte del imán Abdelbaki Es Satty.