Los servicios jurídicos del Gobierno Vasco estudian recusar al juez que preside la sala del tribunal que ha permitido la reapertura de los bares en zona roja en Euskadi, Luis Ángel Garrido, al dudar de su imparcialidad tras sus declaraciones sobre los epidemiólógos y las medidas anticovid.

Fuentes del Departamento de Gobernanza Pública y de Autogobierno han indicado a Efe que se analiza la recusación de este magistrado, presidente de la sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco, y también la interposición de un recurso sobre el auto de ese órgano que cautelarmente ha dado la razón a los hosteleros y del que él fue ponente.

Los servicios jurídicos del Gobierno Vasco tienen un plazo de 5 días, que concluye el próximo lunes, para recurrir el auto.

Durante una tertulia celebrada en Radio Popular de Bilbao el pasado lunes, un día antes de que se hiciera público ese auto, Garrido señaló que la epidemiología "no está tan avanzada como parece" y aseguró que un epidemiólogo es un "médico de cabecera que ha hecho un cursillo".

También opinó que las medidas contra la covid adoptadas en España y en otros países "no difieren mucho de las que se daban en la Edad Media". Además la Cadena Ser desveló esta semana que Garrido luce en su perfil de WhatsApp la frase "No more lockdown" ("No más confinamiento"), el título de una canción de Van Morrison.

Respecto a sus declaraciones en la tertulia, Garrido ha reconocido que sus manifestaciones se produjeron "en el fragor de la tertulia", y que tal vez alguna de sus frases "no fuera correcta" y sobre su perfil ha explicado que es muy seguidor de Van Morrison y que podría tener en su WhatsApp esa canción o cualquier otra de él.

La sala que preside Garrido ya tomó el año pasado otras dos decisiones en contra de medidas adoptadas por el Gobierno vasco para luchar contra la pandemia: en agosto se pronunció inicialmente contra el adelanto a la una y media del cierre de la hostelería nocturna -una medida que quince días después el tribunal acabó aceptando al aumentar los focos de contagios-, y en octubre rechazó la restricción de las reuniones sociales a seis personas por entender que se limitaban derechos fundamentales.