La picaresca, el cansancio por las restricciones impuestas en Irlanda y Reino Unido por la pandemia de coronavirus y las ganas de volver a un destino paradisiaco como Tenerife han hecho que un ciudadano irlandés intentara saltarse las normas y la prohibición de salir de su país para viajar a Tenerife alegando ante las autoridades irlandesas que era un "trabajador esencial" de un hotel en el sur de Tenerife. Y con tal idea decidió presentar a la Policía en el aeropuerto una carta mecanografiada en la que se aseguraba tal condición y, por lo tanto, debería poder viajar hasta la Isla.

En la carta que entregó a los agentes de la policía fronteriza, que compartieron en las redes sociales, se puede leer que: "Proveedor de sistemas electrónicos de seguridad, que es un servicio esencial en Europa y está cubierto por el Consejo del Gobierno irlandés del 24 de enero". Dicha misiva añade que la carta en cuestión había sido emitida por el "Departamento de Recursos Humanos de la (empresa)" y que "el (particular) prestará un servicio imprescindible en el (hotel) de Tenerife, España".

Sin embargo, el documento causó las sospechas de los agentes quienes finalmente no solo le impidieron subir al avión para volar hasta Tenerife sino que le impusieron una multa de 438 libras (500 euros) como sanción por intentar vulnerar las medidas de restricción de la movilidad por la Covid-19.

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En un tuit, la Policía irlandesa además de dar cuenta de los hechos, señala que "la Covid-19 no desaparee cuando salimos de fiesta, nos vamos de vacaciones o nos reunimos con grandes grupos de personas".

Además, informa de que "hasta el momento, se han emitido 375 multas en el aeropuerto de Dublín a personas por salir del país para viajes no esenciales" y añade que "bajo las restricciones actuales de Covid-19, los británicos deben quedarse en casa y no viajar, incluido el extranjero, a menos que se tenga una razón legal que permita hacerlo".