Tanto el Gobierno como el PP habían enviado señales estos últimos días de que la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y de otros órganos constitucionales estaba a punto de completarse. Después de dos años de bloqueo por parte del partido de Pablo Casado, la Moncloa y el jefe de la oposición iban a firmar su primer gran pacto, después del prólogo que supuso este jueves el acuerdo sobre la nueva cúpula de RTVE. Sin embargo, esta madrugada, después de otro largo día de reuniones y llamadas de teléfono, ambas partes hicieron saber, en un mensaje común pactado, que hay "escollos" que impiden alcanzar el acuerdo por ahora.

Consultadas esta mañana, fuentes del Gobierno y del PP aseguran que no tienen previsto tener ningún tipo de contacto este viernes ni el fin de semana, pero se resisten a dar todo por perdido. Los de Casado señalan como principal problema que el PSOE mantenga en su propuesta designar al juez José Ricardo de Prada como vocal del CGPJ. Este magistrado fue uno de los jueces del 'caso Gürtel'. Su nombre y el de Victoria Rosell, actual delegada contra la Violencia de Género, habían sido vetados por el PP por considerarlos afines ideológicamente a Podemos.

Según fuentes de la dirección del PP, Prada no ha sido elegido por sus compañeros dentro del turno judicial ni ha recogido avales para ello. "La pelota está en el tejado del PSOE", afirman esas fuentes. Casado ha insistido en estos últimos meses una y otra vez que Podemos no tenía que formar parte de la negociación del órgano de gobierno de los jueces, porque considera que sus dirigentes "atacan a la justicia" y el sistema de Derecho. El PSOE no ha querido conceder esa capacidad de veto al PP y provocar otra crisis más con sus socios en el Ejecutivo y, por ahora, ese nombre ha propiciado este enésimo desencuentro.

Líneas rojas "irreconciliables"

Fuentes del Gobierno han manifestado que en las conversaciones se ha constatado que las líneas rojas del Gobierno y las del PP son "irreconciliables" en este momento. Por ello consideran que si alguien modifica su actitud, tendría sentido volver a sentarse para negociar, pero por el momento no se ha fijado un plazo para ello.

En una entrevista en Canal Sur Radio, la vicepresidenta primera, Carmen Calvo (PSOE), ha lamentado que el PP siga "haciendo batalla de esto". "Los grupos, lo que hacemos, es cumplir con la Constitución”, ha apuntado. Y la Carta Magna, ha añadido, dice “que una parte de estos vocales, que son ocho, los tiene que elegir las Cortes Generales”. "[El acuerdo] lo haremos, lo conseguiremos, aunque cueste más trabajo del que nos gustaría”, ha asegurado sin querer hacer referencia a los vetos.

El equipo negociador

Las conversaciones han estado encabezadas por el secretario general de la Presidencia del Gobierno, Félix Bolaños, y el secretario general del PP, Teodoro García Egea. El representante de los populares aseguró al inicio de esta semana que el Gobierno había atendido su petición y que el partido de Pablo Iglesias había quedado fuera de la negociación, pero tanto desde la parte socialista del Ejecutivo como desde el propio PSOE se aclaró que quien negociaba en nombre del Gobierno lo hacía en representación de los dos socios que lo conforman, el PSOE y Unidas Podemos. También desde esta fuerza política se aseguraba que no estaban relegados y afirmaban estar muy tranquilos ya que confiaban en la lealtad de los socialistas en este asunto.

El PP quiso reactivar todo este proceso la semana pasada, una vez superadas las elecciones catalanas al Parlament. Casado temía darle una baza a Vox, que se manifiesta contrario a que los dos grandes partidos "se repartan los jueces". Pese a no pactar antes con el Gobierno, los ultras han vapuleado a los populares en Catalunya: 11 escaños a 3.

A la vez que el CGPJ también se está negociando la renovación del Tribunal Constitucional, el Defensor del Pueblo, el Tribunal de Cuentas y la Agencia Española de Protección de Datos. Esta semana solo han podido adelantar con la elección de los consejeros de RTVE.