La Junta de Portavoces del Parlament ha acordado este martes el reparto de los ocho senadores de designación autonómica que le corresponde elegir a la Cámara catalana y ha decidido vetar a Vox, de manera que tres serán del PSC, tres de ERC y dos de Junts.

Lo ha anunciado en rueda de prensa el portavoz de Cs en la Cámara, Nacho Martín Blanco, y fuentes parlamentarias han explicado a Europa Press que ERC, Junts, la CUP y los comuns han votado a favor de este reparto, mientras que el PSC-Units, Vox, Cs y el PP lo han rechazado.

ERC, Junts, la CUP y los comuns, que tienen mayoría en este órgano, han planteado esta propuesta de reparto para evitar que el Parlament elija un senador de Vox, pese a que proporcionalmente le correspondería uno, y lo han enmarcado en el "pacto antifascista" que acordaron junto al PSC al inicio de la legislatura, aunque los socialistas se han desmarcado de esta cuestión.

Fuentes parlamentarias han señalado que la fórmula utilizada para repartir los senadores ha sido el 'sistema imperiali', un método empleado en sistemas electorales de otros países, como en las elecciones de Italia entre 1956 y 1991, y en Ecuador desde 2004.

Este método es una variante del sistema D'Hondt que beneficia a los partidos mayoritarios y las fuentes ya citadas han asegurado que han optado por esta fórmula teniendo en cuenta que el PSC, ERC y Junts tenían un número de diputados muy similar --los socialistas y republicanos tienen 33 cada uno y Junts 32-- y lejos de los 11 de Vox, por lo que ven justo que se priorice la representación de estas tres formaciones.

En la historia del Parlament, el método de restas mayores se ha utilizado en todas las legislaturas para repartir los senadores, excepto en la IV y la X, que se utilizó la regla d'Hondt.

Aplicando estos dos sistemas en la actual legislatura a Vox le correspondía un senador: según el método de restas mayores le tocaban dos al PSC, dos a ERC, dos a Junts, uno a la CUP y uno a Vox, y según D'Hondt tres serían del PSC, dos de ERC, dos de Junts y uno de Vox.

En cambio, aplicando la fórmula 'imperiali' los tres principales partidos salen reforzados y evitan que se designe un senador de Vox, ya que tres le corresponden al PSC, tres a ERC y dos a Junts.

La ley establece que los senadores se deben repartir de forma proporcional según los resultados electorales, pero no concreta qué método debe aplicarse para hacerlo, por lo que fuentes de ERC consideran que el reparto que se ha decidido no incumple la ley, de manera que entienden que no se podría impugnar a los tribunales.

El líder de Vox en Cataluña, Ignacio Garriga, ya avisó la semana pasada en rueda de prensa de que acudiría a los tribunales si se vetaba a su formación de la designación de senadores, ya que considera que les corresponde uno por ley.

Críticas de PP y Ciudadanos

El líder del PPC en el Parlament, Alejandro Fernández, ha calificado de "profundamente antidemocrática" la propuesta. En una rueda de prensa en el Parlament, Fernández ha asegurado que a Vox le corresponde un senador por designación autonómica "porque lo decidieron los catalanes en las urnas".

Al respecto de la utilización del 'sistema imperiali', Fernández ha dicho que "cualquier fórmula que no respete el resultado electoral es profundamente antidemocrática".

Por su parte, el diputado de Cs en el Parlament Nacho Martín Blanco ha tachado de "absolutamente inaceptable y antidemocrática" la fórmula propuesta por ERC, Junts, la CUP y los comuns en la Junta de Portavoces para vetar que Vox tenga un senador por designación autonómica, como cree que le correspondería proporcionalmente por sus resultados en las elecciones.

En rueda de prensa en el Parlament, el diputado ha considerado que esta fórmula es una muestra de una "actitud claramente totalitaria y contraria al pluralismo de la sociedad catalana la pretensión de expulsar del Parlament, de la vida política y de una institución como el Senado" a Vox.

Para Blanco, los partidos soberanistas "se han sacado del sombrero" una fórmula que, según él, han tenido que rebuscar en todos los sistemas jurídicos mundiales para dar con ella y que nunca se había aplicado en el Parlament.

"Se hace por primer vez con el único objetivo y pornográficamente antidemocrático de aislar a una formación política. Lo han dicho abiertamente. Y dicen que es de acuerdo a un supuesto pacto antifascista, pero es por una cuestión estrictamente ideológica", ha incidido.

Por último, Blanco ha insistido en que las ideas de Vox pueden gustar más o menos pero que en un democracia se tiene que respetar el resultado de unas elecciones, y lamenta que en Cataluña se tache de "fascistas con toda naturalidad" a ciertas formaciones.