El litigio final por los daños del Prestige entra en su recta final. Más de dos años después de que la Audiencia de A Coruña lanzase la orden para que el entramado del petrolero costease los perjuicios causados por la marea negra del viejo monocasco, los tribunales británicos han desestimado el recurso presentado por la aseguradora, London P&I Club, contra la sentencia del Tribunal Supremo que imponía a la compañía el pago de una compensación de 885 millones de euros (mil millones de dólares, el importe de la póliza suscrita por la armadora).

Este varapalo al entorno del buque que en noviembre de 2002 se partió en dos frente a la costa de Fisterra con 77.000 toneladas de fuel a bordo sitúa a España más cerca de recuperar parte de los 2.355 millones en pérdidas. El caso continuará en los juzgados de Londres, ya que es ahí donde la aseguradora del Prestige tiene su sede.

La aseguradora presentó un recurso de apelación frente a la ejecución de sentencia, pero el juez Christopher Butche, en una sentencia dictada ayer y que avanzó Expansión, lo ha denegado. El magistrado concluye que London P&I Club tendría que haber continuado la batalla judicial en los tribunales españoles si, como asegura, en el proceso se habían vulnerado sus derechos fundamentales y se había producido una situación de indefensión. Durante el juicio por la marea negra del Prestige, celebrado en A Coruña y que se prolongó durante nueve meses, la aseguradora no se presentó con el objetivo de evitar una sentencia en contra. Pese a ser responsable civil, su presencia en el proceso no era necesaria y, finalmente, se libró de la condena.

El juez Butche rechaza entrar en el fondo del asunto al entender que ya fue abordado por la Justicia española y se declara incapaz de llegar a una conclusión similar a la que pretende hacer valer la aseguradora, que alegó que una petición de nulidad ante el Tribunal Supremo era inútil porque “nunca habría cambiado de opinión”.

Pese a que los daños causados por el hundimiento del Prestige superan los 2.000 millones, la cantidad máxima a la que se podrá acceder serán los mil millones de dólares, ya que es el importe de la póliza suscrita por la armadora del petrolero.

Casi 19 años después del mayor desastre ecológico ocurrido en España, el caso Prestige todavía no ha tocado puerto judicial y sigue su singladura en los tribunales británicos para dirimir el pago de la factura de los daños.

Tras esta primera batalla judicial librada por España en los juzgados de Londres, el proceso aún continúa abierto y la aseguradora del Prestige tiene la posibilidad de presentar un nuevo recurso contra la sentencia de los tribunales británicos. Además, mantiene abiertos otros dos procedimientos para forzar un arbitraje internacional, ya que —alega— es lo que prescribía el contrato con el petrolero.

En una de las demandas, según explica Expansión, la aseguradora incluso reclama 1.440 millones a España por la persecución que dice haber sufrido para reclamarle los costes del desastre ecológico.