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Crisis migratoria

La acogida a Gali en España desata la mayor oleada migratoria en Ceuta

La crisis entre España y Marruecos por la atención del líder del Frente Polisario en un hospital de Logroño desemboca en la llegada a nado de más de 6.000 migrantes a través de la frontera del Tarajal

El líder del Frente Polisario, Brahim Gali.

La acogida por razones humanitarias en España desde el pasado mes de abril del secretario general y máximo responsable del Frente Polisario y presidente de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD), Brahim Gali, ha sido el detonante de la actual crisis política y diplomática entre España y Marruecos. La hospitalización de Gali en Logrono (La Rioja) ha encendido la mecha de la que es ya la mayor avalancha migratoria en la ciudad autónoma de Ceuta con la entrada de más de 6.000 migrantes a nado en las últimas horas de manera ilegal a través de las frontera del Tarajal.

Aunque el ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska, ha negado que esta situación se deba a la permanencia de Gali en un hospital de Logroño, todo apunta a que la oleada migratoria se ha producido tras el acogimiento de Gali en España. Una estancia que en un primer momento negó el consejero de la Presidencia de la República Árabe Democrática Saharaui (RASD), Bachir Mustafa Sayed, quien aseguró que Gali estaba ingresado en un centro médico de Argelia por una infección por Covid-19 y que su estado de salud mejoraba.

El líder del Frente Polisario entró en España con una identidad falsa utilizando pasaporte diplomático con el fin de evitar ser localizado debido a que sobre él pesa una orden de búsqueda y captura emitida por un juez de la Audiencia Nacional por su implicación en crímenes de lesa humanidad y tortura en los campamentos de Tinduf a ciudadanos saharauis que tienen la nacionalidad española.

La ministra de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya, confirmó que Gali estaba en España, pero subrayó que su estancia por razones humanitarias no afectaría a las relaciones bilaterales entre España y Marruecos. Incluso hoy ha coincidido con Marlaska en afirmar que la crisis migratoria sin precedentes en Ceuta, donde están desplegados más de 1.300 militares del Ejército español y efectivos de la Guardia Civil, no tiene que ver con la acogida española de Gali.

El Gobierno de Marruecos no ha cesado de pedir explicaciones al Ejecutivo de Pedro Sánchez tras enterarse de que Gali estaba en España y en un primer momento llamó a consultas al embajador de España en Rabat, Ricardo Díez-Hochleitner, sobre ese asunto. Marruecos y los nueve partidos de su Parlamento consideran "una provocación" la acogida del disidente saharaui, que semanas después ha desembocado en la 'invasión' migratoria de Ceuta. Marruecos, que ha tomado nota de lo ocurrido con Gali en España, ha respondido dando vía libre a la inmigración sin control alguno a través de la frontera con Ceuta.

Sánchezque canceló este martes el viaje que tenía previsto a París para este mismo día, ha prometido "firmeza" y exigido a Marruecos que respete "las fronteras mutuas".

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