El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha multiplicado su agenda desde el revés de las elecciones del 4 de mayo en Madrid y está protagonizando actos en los que redobla sus mensajes de optimismo en el futuro de España y garantiza que su Ejecutivo agotará la legislatura.

Los comicios madrileños fueron un duro golpe para el PSOE y también para Sánchez, aunque desde el primer momento tanto en la Moncloa como en Ferraz se apresuraron a asegurar que sus resultados no eran extrapolables y se circunscribían exclusivamente a la comunidad que seguirá presidiendo Isabel Díaz Ayuso. Pero fuentes del Gobierno aseguran a Efe que sirvieron para tomar nota, para reflexionar sobre lo ocurrido y para "no dormirse en los laureles" pese a que quede mucho tiempo para los comicios generales.

En esa reacción se enmarca la agenda de Sánchez, que ha llegado a ser frenética en algunos días de mayo y que ha abarcado multitud de ámbitos: reuniones con líderes de otros países, participación en actos internacionales o visitas relámpago a Ceuta y Melilla tras la crisis provocada por Marruecos. También las habituales comparecencias ante el pleno del Congreso o actos sindicales, con empresarios, sobre el Plan de Recuperación o para presentar un informe que dibuja lo que puede ser España en 2050.

El "éxito" de la vacunación

Las fuentes citadas reconocen que han aumentado las actividades públicas de Sánchez, pero precisan que en ello ha tenido mucho que ver la mejora de la situación provocada por la pandemia de coronavirus y que conllevó el levantamiento del estado de alarma.

A la covid-19 se viene refiriendo el presidente del Gobierno en la práctica totalidad de sus actos para exhibir el éxito que considera que está siendo el proceso de vacunación. Un proceso que desembocará en la inmunidad de grupo el 18 de agosto, según los cálculos que llevaron a Sánchez a afirmar en su visita a Atenas de hace dos semanas que quedaban cien días para conseguir ese logro. Desde entonces, intervención tras intervención pone voz a una cuenta atrás que tiene como meta esa fecha en la que afirma que estará vacunada el 70 por ciento de la población.

El jefe del Ejecutivo liga al avance de la vacunación la recuperación económica, que recalca que se está evidenciando ya en algunos datos y que tiene el convencimiento de que se hará mucho más visible en la segunda parte de 2021. Para entonces espera que hayan llegado a España los primeros fondos europeos acordados el año pasado, que considera un hito en la construcción europea y que afirma que van a ayudar a transformar el país.

"No vende humo"

"Es la verdad. El presidente no vende humo y su optimismo está fundamentado", se asegura desde Moncloa. Sánchez ha venido defendiendo la puesta en marcha del certificado digital covid que facilitará la movilidad entre ciudadanos de la UE y que es vital para países que, como España, deben gran parte de su PIB al turismo.

Esta semana, con Fitur como escenario, se presentó ese certificado en un acto en el que el presidente anunció también que a partir del 7 de junio cualquier persona, con independencia de su procedencia, podrá entrar en España si ha sido vacunada con la pauta completa.

Un horizonte más lejano es el objetivo del informe 'España 2050' que Sánchez presentó también esta semana para buscar, según sus palabras, un gran diálogo nacional que, desde la unidad, permita prepararse para afrontar los retos del país dentro de tres décadas. Se trata de una iniciativa que fue contestada de inmediato por el líder de la oposición, Pablo Casado, al considerar un "insulto" que el jefe del Gobierno hable de una España virtual de dentro de treinta años cuando el país necesita soluciones reales e inmediatas.

Actos como el de la España 2050 o el protagonizado por Sánchez en Moncloa el sábado sobre la despoblación prometiendo 10.000 millones de los fondos europeos para los enclaves rurales, son meras "performances" y "parafernalias" para el PP. Así los ha calificado este fin de semana su vicesecretaria Elvira Rodríguez.

Urnas en 32 meses

Con las elecciones de Madrid como aldabonazo y con la última encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) recortando distancias con el PSOE, el PP mantiene una línea de dura oposición que llevó en el último pleno del Congreso al enfrentamiento entre sus dos líderes a cuenta de la crisis con Marruecos.

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En el Gobierno existe el convencimiento de que esa estrategia acabará pasando factura al PP porque creen que los ciudadanos no entienden por ejemplo que no se sitúe al lado del Ejecutivo sin ningún tipo de matiz tras el ataque sufrido en la frontera de Ceuta. "El presidente va a seguir su hoja de ruta, no va a desviarse de ella porque está convencido de que es lo mejor para España y queda mucho para que, poco a poco, se vayan viendo los resultados", se recalca desde el Gobierno.

La idea de que las elecciones generales están lejanas la ha reiterado también Sánchez en muchos de sus actos tras los comicios madrileños poniendo cifra a lo que resta de legislatura: 32 meses. Es decir, piensa agotar su mandato y llegar a las urnas con resultados tangibles que permitan constatar en su momento que el optimismo con el que trufa sus mensajes no carecía de fundamento.