La pelea entre ministros, Luis Planas y Alberto Garzón, a cuenta de la carne, ya tiene un ganador: el titular de Agricultura. El presidente del Gobierno le respalda frente al responsable de Consumo, de Unidas Podemos.

Pedro Sánchez lo hizo este jueves desde Vilna, en Letonia, en la última parada de su gira báltica. Y, en lugar de emplear una afirmación más ortodoxa, optó por una frase corta y redonda, pretendidamente ingeniosa: "A mí, donde me pongan un chuletón al punto... eso es imbatible".

La polémica saltó ayer miércoles, cuando el jefe del Ejecutivo se repartió entre Estonia y Lituania. Garzón lanzó un vídeo en redes sociales en el que afirmaba que el 14,5% de las emisiones de gases de efecto invernadero "proviene de la ganadería, especialmente de las macrogranjas", y para que se obtenga "un kilo de carne de vaca se requieren 15.000 litros de agua". "¿Qué pensaríais si os dijera que el consumo excesivo de carne perjudica a nuestra salud individual y a nuestro planeta? Estoy preocupado por la salud de nuestros conciudadanos y de nuestro planeta. Sin planeta no tenemos vida, ni salarios ni economía, y nos lo estamos cargando", sostuvo el titular de Consumo.

Automáticamente, todo el sector agroalimentario (además del PP) se echó encima de Garzón. Este jueves le replicó Planas desde Barcelona, en una entrevista en SER Catalunya: la campaña de su compañero de Gabinete para disminuir el consumo de carne "es tan errónea como la del azúcar mata". El responsable de Agricultura tachó de "absolutamente fuera de lugar" señalar con el dedo al sector cárnico, al que considera una riqueza de España. El político andaluz añadió que no tenía conocimiento de la iniciativa de Garzón, y subrayó que los políticos no deben crear problemas, sino dar seguridad al conjunto de los ciudadanos diciendo la verdad, informa Europa Press.

A Garzón le gusta "poco hecho"

El responsable de Agricultura sí admitió, con todo, que este debate no es exclusivamente español y que las transiciones han de hacerse con acompañamiento y diálogo. "Los propios sectores son conscientes de que tienen que evolucionar en el sentido de la sostenibilidad, pero tiene que hacerse con ellos y no contra ellos", subrayó. Garzón reconoció este jueves, por su parte, que no había hablado "específicamente" con Planas, pero sí en anteriores ocasiones. "Los ministerios están en coordinación continuamente y, de hecho, hoy tienen una reunión y saben cuál es la línea de trabajo y ahí me quedo", remachó.

Sánchez, con su única frase, quiso expresar desde Vilna su respaldo a Planas, sin utilizar términos gruesos que puedan incomodar a su socio de gobierno. Sin embargo, en el documento 'España 2050', que presentó en mayo en Madrid y que marcaba la hoja de ruta que debe seguir el país para los próximos 30 años, sí se indicaba como uno de los objetivos la disminución del consumo de carne. "En las próximas décadas, la población española tendrá que reducir su ingesta de alimentos de origen animal, la cantidad de prendas de ropa que compra, o el número de dispositivos digitales y electrodomésticos nuevos que adquiere al año".

La "reducción de ciertos consumos no provocará un empeoramiento de las condiciones de vida ni del bienestar de la ciudadanía". Es más, se indicaba en el texto, "probablemente ayudará a mejorarlas". El informe señalaba que el consumo de carne de la población española es "entre dos y cinco veces superior al recomendable".

Aprovechando la pugna entre ministros, la prensa española, durante su comparecencia con Šimonytė -tras la reunión bilateral que mantuvo con ella-, preguntó a Sánchez por la permanencia de Carmen Calvo como vicepresidenta primera del Gobierno. La remodelación del Gabinete sigue en el ambiente y en los últimos días la número dos se ha tenido que defender, insistiendo en que es Sánchez el único que puede decidir si cambia o no de ministros. El presidente se aferró a la argumentación esgrimida en las últimas semanas, eludiendo ir un paso más allá: "En relación con la crisis [de gobierno], lo he dicho en otras muchas ocasiones, la prioridad es la que es, recuperación y vacunación y nada nuevo que añadir al respecto". El líder socialista no quiere dar ninguna pista sobre la reestructuración ministerial. Apenas traslada el mensaje de que no será inminente, pero prefiere no pronunciarse sobre ningún miembro de su equipo, tampoco sobre Calvo, puntal de su Gobierno.