Carmen Calvo, tras su salida del Gobierno, podría tener un nuevo acomodo, el Consejo de Estado. Según confirmaron a este diario fuentes próximas a la exvicepresidenta, Pedro Sánchez le ha ofrecido la presidencia del máximo órgano consultivo del Ejecutivo, en sustitución de María Teresa Fernández de la Vega, que fue la número dos de otro presidente, José Luis Rodríguez Zapatero, entre 2004 y 2010. Calvo, de momento, se está pensando qué hacer, aunque quiere parar un poco después de tres años de máxima presión, y su primer paso será dedicarse a su escaño como diputada en el Congreso.

Si finalmente se confirma el nombramiento, que en cualquier caso no se aprobaría este martes en el Consejo de Ministros, Calvo accedería por tanto a la salida natural. La presidencia del Consejo de Estado es uno de los cargos que propone el líder del Gobierno, sin que pase por el Parlamento. De hecho, en junio de 2018, tras su llegada a la Moncloa, Sánchez eligió a De la Vega para pilotar el órgano. Ella había sido elegida consejera permanente de la institución en 2010, una vez que Zapatero designó a Alfredo Pérez Rubalcaba como nuevo vicepresidente. Es decir, que pertenecía al núcleo duro, al selecto club de miembros vitalicios que no pueden ser removidos. El presidente, sin embargo, quiso dar nuevos aires al Consejo de Estado y la nombró presidenta. El mensaje era claro: De la Vega (Valencia, 1949) se convirtió en la primera mujer en dirigir el Consejo de Estado. Relevó así al popular José Manuel Romay Beccaría.

Fuentes del entorno de Calvo señalaron a EL PERIÓDICO que Sánchez le propuso presidir el máximo órgano consultivo, pero la decisión aún no está tomada. La exvicepresidenta tiene previsto, por ahora, incorporarse a su escaño de diputada -no renunció a él, como hicieron la mayor parte de los ministros, por indicación de Sánchez- para luego tener "algo de descanso" después de tres años sin casi parar. Calvo no descarta incorporarse a la presidencia del Consejo, aunque en tal caso su nombramiento no sería "inminente".

Cerca de las 23 horas, fuentes oficiales de la Moncloa desmintieron que Sánchez hubiera ofrecido la jefatura del órgano y aseguraron que Calvo "se incorporará a su escaño como diputada en el Congreso". Pese a este comunicado oficial, este diario mantiene la información, recabada de fuentes de primer nivel que sí indicaron que la oferta no estaba aceptada y que la ex número dos primero regresaría a la Cámara baja y a su labor como secretaria de Igualdad del PSOE. A primeros de junio, cuando varios medios, entre ellos EL PERIÓDICO, dieron cuenta de que el presidente barajaba una crisis de gobierno, la Secretaría de Estado de Comunicación también emitió un comunicado intentando disolver esas informaciones apuntando lo obvio, que esa era una prerrogativa del líder del Ejecutivo. El pasado sábado, mes y medio más tarde, Sánchez consumó la remodelación después de aseverar, dos días antes y desde Vilna (Lituania) que no era "prioritario" reestructurar su Gabinete.

Si aceptara la designación, De la Vega quedaría fuera de la institución, ya que todas las plazas de consejero permanente, de las nueve secciones, están ocupadas. Y los consejeros electivos -aquellos que son nombrados por un periodo de cuatro años- no concluyen su mandato hasta octubre de 2022. Los consejeros natos, que son diez (como los electivos), lo son en función de su cargo, y permanecen en la institución el tiempo que perduren en el puesto por el que tienen derecho a una plaza en el Consejo.

La salida del Consejo de Estado -posibilidad adelantada por Colpisa- no es la única viable para Calvo (Cabra, Córdoba, 1957). En el PSOE ha circulado la opción de que la exvicepresidenta y extitular de la Presidencia podría ser la nueva presidenta del partido, en sustitución de la exministra Cristina Narbona. Pero eso tendría que suceder, en todo caso, en el 40º Congreso, que se celebrará en octubre. La presidencia del PSOE es, en todo caso, un puesto más representativo, no ejecutivo, y con escaso perfil, salvo que el secretario general le quiera conferir un mayor peso. Pero toda la recomposición del partido, así como la de los segundos y terceros escalones de la Administración, está en el aire ahora mismo.