El president Pere Aragonès ha salido al paso de la polémica interna en el Govern entre Junts ERC debido a la gestión de los avales para los 34 ex altos cargos ante el Tribunal de Cuentas. Aragonès ha salido al paso de la dimisión de tres integrantes del Institut Català de Finances de dimitir debido al aval que este organismo iba a dar a los encausados. "Queremos agradecer a todos la tarea llevada a cabo en cualquiera de los organismos públicos y esto vale también por diversas personas que han estado en el consejo de administración del ICF que han hecho un trabajo muy importante", ha afirmado, tratando de evitar la controversia generada por la cuestión.

"No hay ningún motivo por el cual el Tribunal de Cuentas los tenga que rechazar [los avales del ICF] los instrumentos de aval que hemos presentado ni hay ningún motivo para que no sea validado el decreto ley por parte del Consell de Garanties Estatutàries", ha añadido Aragonès en defensa de la validez legal de la decisión del Govern de prestar su apoyo en forma de aval a los imputados por el Tribunal de Cuentas en la causa por posible uso indebido de fondos públicos para divulgar el procés.

La polémica de fondo

Junts también ha tratado de evitar la polémica pública y ha desvinculado públicamente estas tres renuncias en el ICF de la polémica de los avales y ha asegurado que se trataba de tres integrantes del organismo con el mandato caducado. Con todo, la polémica entre Esquerra y JxCat ha protagonizado la gestión de esta cuestión en el Govern durante la pasada semana. Fuentes de Junts atribuyen a los integrantes del ICF nombrados por el equipo de Aragonès y Junqueras en el pasado la crisis interna en este organismo y sostienen que ERC tuvo que presionar internamente a los cargos políticos del organismo para vencer las reticencias a avalar la operación del Govern una vez ningún banco aceptó participar en esta cobertura a los encausados.