El Gobierno español ha formado un grupo de trabajo capitaneado por el Ministerio de Exteriores en el que participan representantes de los ministerios de Defensa e Interior para traer a España a los trabajadores locales que han colaborado a lo largo del tiempo con la misión española en Afganistán ante el avance de las fuerzas talibanes, según ha adelantado la agencia EFE y han confirmado a este diario fuentes gubernamentales española. "El Gobierno es muy consciente" de la precaria situación en la que se queda ese colectivo, y al igual que otros países participantes en las operaciones en el país asiático "como EEUU o Alemania", esta ideando un plan para ayudarles a sortear la amenaza, ha asegurado a El Periódico de Cataluña, diario que pertenece a este grupo, Prensa Ibérica, un portavoz de Defensa.

Las fuentes consultadas prefieren no hablar de cifras ni dar fechas. No se trata únicamente de traductores o intérpretes del contingente militar, y más de la mitad de los incluidos por el programa son trabajadores de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) o de la propia embajada española en Kabul. El traslado se ofrecerá a los trabajadores y a sus familiares de primer grado, una tarea no exenta de dificultad porque en Afganistán el concepto de familia es muy extenso e incluso es legal la poligamia. "En estos momentos, el grupo de trabajo se concentran en identificar" a las personas que se trasladarán a España. En esa tarea en la que también participará el Ministerio del Interior ya que el traslado implica cuestiones de seguridad.

Existe ya un precedente similar, cuando las tropas españolas se retiraron de Qala-i-Now, capital de la norteña provincia de Badghis en el año 2015. En aquel entonces, se les ofreció o una indemnización para instalarse en otras partes del país o venir a España. La mitad de ellos optó por esta segunda opción, lo que equivale a una treintena de trabajadores, aseguran dichas fuentes. La operación se realizó de forma discreta, para garantizar la seguridad de los afganos y sus familias, circunstancia que, a buen seguro, se repetirá en esta ocasión.

Las tropas españolas llegaron a Afganistán en 2002 y se mantuvieron en el país durante 19 años, convirtiéndose la misión en la más larga realizada por las Fuerzas Armadas españolas en el extranjero. Los últimos 24 soldados en abandonar el país centroasiático fueron recibidos por el rey Felipe VI en mayo pasado. Tras la retirada española de Irak, numerosos traductores de ese país que habían trabajado para el contingente español se quejaron de haber sido abandonados por el Gobierno de Madrid.

Aunque los talibanes han prometido preservar las vidas y la seguridad de los ciudadanos afganos que trabajaron para los extranjeros, las noticias de ejecuciones sumarias de personas con vínculos con el Gobierno afgano han extendido el temor de que haya represalias también contra ellos. En junio, cientos de antiguos empleados de EEUU se manifestaron ante la embajada norteamericana en Kabul exigiendo visados especiales.