Cuando José María Aznar llegó a Villa Luisa, una casa histórica construida para la Expo de 1929 en el centro de Sevilla, hubo una pequeña revolución. Los populares nunca han dejado de sobresaltarse cuando él se acerca. Aunque es más peligroso, Mariano Rajoy lo sabe, cuando se aleja. Ahora, con Pablo Casado, su ahijado político, la sintonía se palpa. "Quédate con quien te mire como Casado mira a Aznar", se podría decir en el lenguaje de las redes sociales. Se pudo comprobar de nuevo este jueves, cuando ambos posaron en los jardines de la casa sevillana en la que el PP celebró su cuarta jornada de su convención nacional itinerante.

Aznar y Casado compartieron miles de horas durante dos años: uno acababa de dejar la Moncloa y se puso a viajar por el mundo tras el subidón de las Azores, el otro era su jefe de gabinete. Ya entonces, dijo este jueves en la mesa de debate que ambos protagonizaron, el exlíder del PP lo vio claro. "Cuando [las visitas] se despedían de mí, yo decía: ese que está ahí al final será presidente del PP y presidente de España", soltó. Y, mirándole, añadió: "Vas a ser presidente del Gobierno de España y, además, lo vas a hacer bien".

"Los mecanismos de odio"

Regalados los oídos, Aznar se metió en faena e hizo un repaso de la actualidad que fue cuajando de recomendaciones y avisos. El mentor le insistió en la necesidad de "poner orden" en España. Le dijo que se tendrá que rodear de un buen equipo para arreglar los desaguisados del Gobierno de coalición, al que ve a merced de los separatistas. "Primero, orden. Poner la casa en orden. Tener un pensamiento estratégico claro, saber dónde están tus intereses, no equivocarte y ponerte a ello. Eso se llama también ejercer el liderazgo", afirmó. Y Casado, continuó Aznar, deberá tener una "grandísima ambición" para hacer cambios. En la lista de reformas a abordar se refirió a la laboral, la del sistema de pensiones, la fiscal y la energética. Los oídos se aguzaron cuando mencionó esta última, pero no detalló qué cree que hay que hacer: Aznar estuvo contratado por Endesa, empresa que completó su privatización bajo su Gobierno. En el capítulo de derogaciones, ve urgente anular la actual ley de educación y la de memoria democrática, porque "activa los mecanismos de odio".

Vargas Llosa deja a Cs

Y, por tener, tuvo hasta tiempo para criticar al Papa, del que no le ha gustado que pidiera perdón a México por las "atrocidades" que el presidente de ese país, Andrés Manuel López Obrador, denuncia que cometieron los conquistadores. Como hiciera estos días atrás Isabel Díaz Ayuso, Aznar rechaza ese gesto de la Iglesia.

De la jornada sevillana también se llevó Casado el apoyo de Mario Vargas Llosa, que en los últimos años había apostado por Cs. El Nobel de Literatura le prometió su voto y dejó una polémica reflexión sobre lo que es votar "bien" y "mal".

El PP tiene en Cartagena este viernes su última etapa antes de llegar a Valencia el fin de semana para cerrar la convención y que la dirección del partido detalle qué conclusiones ha extraído de esta semana de debate y recomendaciones.