El Gobierno de coalición ha aprobado el anteproyecto de Presupuestos Generales del Estado para 2022. Ahora, solo falta -y no es un mero trámite- lograr el visto bueno del Congreso. PSOE y Unidas Podemos lograron el pasado año 189 'síes' (muy por encima del mínimo necesario de 176) y confían en recabar un numero de apoyos similares. Los socios del Ejecutivo -ERC, PNV, EH Bildu, Más País, Compromís...- aseguran estar por la labor. Al menos, de sentarse a dialogar. Eso sí, pasados estos dos días en los que el Gobierno se ha volcado en grandes anuncios, quieren ver la letra pequeña de las cuentas y empezar la negociación. Sus votos, avisan, hay que "sudarlos".

Un año después de que se formara el ya conocido como 'bloque de los Presupuestos' y con Ciudadanos autoexcluido de la ecuación, voces de todos los partidos que apoyaron a socialistas y morados entonces sostienen que su respaldo no está garantizado. Más aún, cuando el Gobierno todavía no les ha informado de los detalles. "No sabemos su contenido exacto", explican fuentes de los republicanos catalanes. Desde EH Bildu mandan un mensaje similar: "Estamos la espera de conocer más detalles del anteproyecto". En el entorno de Íñigo Errejón recalcan esa "cautela", aunque en Más País deslizan que, a grandes rasgos, los Presupuestos "suenan bien".

Este miércoles, la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, aseguraba que en las últimas semanas las conversaciones con sus socios principales -mencionaba a ERC y al PNV- estaban siendo "intensas" y transcurrían con "normalidad". Incluso, ha desvelado que ya han incluido algunas de sus exigencias en las cuentas públicas. Al otro lado de la mesa, parecen no verlo igual. El portavoz de Esquerra en el Congreso, Gabriel Rufián, ha asegurado que "no ha habido conversaciones formales". Otras formaciones aseguran, en público y en privados, que los encuentros se resumen en un par de citas.

Discrepancias

"Estamos lejos", ha apuntado Rufián sobre las posiciones del Ejecutivo y de ERC, cuyos 13 diputados son esenciales para la aprobación de los Presupuestos. El dirigente catalán ha asegurado que quieren empezar "el periodo de la negociación" y que están dispuestos a hablar. Preguntado por la mesa de diálogo entre Gobierno y Generalitat, ha defendido que hay que "aislarla" de cualquier otro debate. Ahora bien, ha reconocido que más allá de las cuentas públicas, tienen otros frentes abiertos con el Ejecutivo: la ley de Universidades, la reforma de las pensiones, la ley de Memoria Histórica o la ley de comunicación audiovisual.

El portavoz parlamentario de la ERC, Gabriel Rufián. EP

ERC no quiere negociar sola. A la alianza que mantienen con EH Bildu -suelen votar en el mismo sentido-, quieren sumar la fuerza de los cuatro diputados de Junts que votaron 'no' a los Presupuestos de 2021. El president de la Generalitat, Pere Aragonès, pidió el pasado miércoles a sus socios en Cataluña hacer "propuestas concretas" que presentar al Gobierno. Aun así, Rufián ya ha avisado que los cuatro escaños de Junts no condicionarán la acción de su partido.

Fuentes de EH Bildu coinciden en que el Gobierno "aún no tiene los votos atados" y que le queda "un arduo trabajo por delante". La formación abertzale reivindican que negociarán con una "actitud constructiva y responsable", pero que no concederán "cheques en blanco" a socialistas y morados. El otro partido vasco, el PNV, fie a su carácter discreto en las negociaciones, no ha desvelado nada.