La principal queja que siempre expresa el PSOE sobre ERC viene a cuento de una presunta falta de fiabilidad. Que uno no se puede nunca fiar de ellos, vienen a decir. Eso se quedó grabado a fuego en la socialista sede de la calle de Ferraz en Madrid en el año 2019, cuando los republicanos vetaron las cuentas del entonces recién llegado a la Moncloa (tras auparle en la moción de censura) Pedro Sánchez, abriendo paso a un adelantamiento electoral. Todo ello, matizado con los buenos vientos demoscópicos que le soplaban entonces al PSOE, claro.

Pasados unos años, un acuerdo de investidura y unos PGE aprobados por ERC, parece haberse instalado que el 'sí' de los republicanos a las cuentas del 2022 se da por descontado. Y ahí es donde, este sábado, ha intervenido el presidente de la fuerza, Oriol Junqueras, apelando, justamente, a la 'mala fama' del partido. Avisando de que 'estamos muy locos'. Recordando, en definitiva una obviedad: "No sería la primera vez que ERC tumba unos presupuestos". A 300 kilómetros al sur, la plana mayor del PSOE sigue en su congreso.

Reacción tardía

La presión u advertencia de Junqueras se produce tras cierta parálisis republicana, el jueves, después de que se filtrara una supuesta nueva lluvia de millones, y concentrada en un año, para la red de Rodalies y tras difuminarse esa eventual cortina de agua en unas cifras mucho más al uso. Junqueras, un experto en el conocimiento de la inversión del Estado en Cataluña desde 1978, ha señalado que "el Gobierno debería ser consciente, si es que quiere aprobar unos presupuestos, que estos tienen que ser buenos para la ciudadanía. Y para que sean positivos, deben ser ejecutados. De nada sirven promesas que nunca se cumplen, porque nunca se cumplen", sentenció en referencia a las sucesivas olas de planes nunca construidos.

Y es que si bien ese 17,2% de inversiones territorializadas se antoja un porcentaje alto, viniendo de dónde se viene, las cifras de cumplimiento siguen quedándose en la mitad. A diferencia, por ejemplo, de lo que sucede en la Comunidad de Madrid, ingresos y partidas de capitalidad aparate.

Ampliar la base

"Nosotros", por ERC, dijo el presidente republicano, "no damos apoyo a las cuentas de un Gobierno en concreto, sino que damos apoyo a los proyectos que benefician al conjunto de la sociedad" y, en este sentido, cara a los PGE del 2022, "queda mucho por recorrer". En su afán por ampliar la base, Junqueras vinculó todos los elementos en la mesa. "Para ser cada vez más y más fuertes debemos ser fuerte en la toma de cada decisión, también la de los presupuestos".

La otra pata del discurso de Junqueras en el consejo nacional republicano fue, claro está, por el rechazo de los avales, por parte del Tribunal de Cuentas, para hacer frente a la fianza conjunta de 5,4 millones. Tras arremeter contra el "órgano político que realiza venganza política", Junqueras remoloneó en la polémica sobre quién ha pagado la fianza de quién. Es decir, si ERC ha acabado por echar una mano a Carles Puigdemont.

Muy a lo Junqueras, el presidente de ERC se limitó a decir que su fuerza "nunca dejará ningún compañero atrás" y que, para ello "dedicará hasta el último de sus esfuerzos", se entiende que económicos en esa ayuda. "Lo decimos con modestia, pero también con orgullo".