El congreso de Castilla-La Mancha estaba llamado a apaciguar el conflicto desatado por el control de Madrid. Los barones autonómicos llevaban días exigiendo unidad y el fin del ruido. El presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, lo volvió a hacer en Ciudad Real. También el secretario general, Teodoro García Egeadejó claro que la unión llevará la victoria y a Pablo Casado a la Moncloa. Y también Isabel Díaz Ayuso (que llegó a gritos de “presidenta” extendiendo su fenómeno electoral a territorio castellanomanchego) insistió en su voluntad de “unir e integrar” en el PP de Madrid. Pero la realidad es que las posiciones siguen exactamente igual, no se han movido un ápice y ninguno de los dos bandos dio muestras de avanzar. Más bien al contrario: el cónclave sirvió para constatar la profunda crisis interna y el difícil desenlace para las dos partes.

La presidenta madrileña insistió en que querría celebrar el congreso regional cuanto antes para “evitar el desgaste” y dejó claro que “la democracia interna” debe llegar también a Madrid. Una declaración de intenciones en toda regla por mucho que tratara de revestirla con un tono más conciliador. La preocupación de los barones se hizo igual de patente: Moreno Bonilla pidiendo “una lista única” en la región y reconociendo que hace falta encontrar la manera de “salvar las diferencias” que no paran de aumentar. Alfonso Fernández Mañueco, presidente de Castilla y León, evitó a toda costa hablar de Madrid. Fuentes cercanas a su autonomía reconocían el “hartazgo” frente al laberinto madrileño. Y varios líderes regionales que participaron en el cónclave no escondían la preocupación: “Todos van a perder”.

El congreso de Castilla-La Mancha coronará a Paco Núñez como presidente reelegido del PP regional y contará este domingo con la clausura de Casado, que no coincidirá con Ayuso. Pero una vez más (ocurrió también con la convención de Valencia) la presidenta madrileña se llevó toda la atención del cónclave. García Egea no dudó en recordar durante su intervención que Casado está “centrado en lo importante y no en lo accesorio”. Lo importante para el PP es consolidar la alternativa a Pedro Sánchez y llegar a la Moncloa. Lo accesorio es todo lo demás. Pero en este contexto, en el PP señalan especialmente las pugnas como la de Madrid.

Dos listas, que no haya congreso… las opciones

Y en este punto, lo que pueda ocurrir todavía está muy abierto. Ayuso se presentará al congreso sí o sí, con independencia de si hay otra lista y de lo que proponga Génova. No dará marcha atrás aunque en su entorno sí afirman la voluntad de integrar, especialmente a José Luis Martínez-Almeida, con el que la presidenta no quiere ningún enfrentamiento.

La dirección nacional, por su parte, ha dejado claro que no moverá el calendario. Fuentes de la cúpula insisten en que no habrá cesión en ese sentido. Pero otros dirigentes cercanos a Génova señalan el profundo malestar que desde hace tiempo acumula Casado con este conflicto. Y, de ahí, reconocen, que haya un abanico muy amplio de posibilidades. Un acuerdo pacífico no es imposible, afirman, pero con poca esperanza. Otra opción sigue siendo la de dos listas que compitan en primarias. De hecho, tanto el presidente nacional como García Egea insisten en que la dirección “apoyará” a quien gane el congreso cuando los afiliados hablen. 

Esos dirigentes también recuerdan que los estatutos del partido permiten a la dirección tomar las riendas de una organización regional, en este caso sería el PP de Madrid, en caso de necesitar preservar “el interés general” del partido. Esto implicaría no convocar el congreso, retrasar su celebración y que una gestora se hiciera cargo por un tiempo.

En todo caso, Sol sigue presionando para que el congreso madrileño llegue lo antes posible, aunque también aseguran que respetarán los plazos. El calendario de Génova sitúa Madrid a finales de la primavera. Este año aún deben celebrarse Andalucía y Aragón. Y el año que viene seguirán los de las comunidades pluriprovinciales (como Castilla y León, Extremadura o Cataluña) antes de arrancar con los uniprovinciales. 

El equilibrio de fuerzas entre las dos partes es fundamental. Ayuso demuestra en cada desplazamiento un apoyo cerrado de la militancia y de las bases en general. Puertollano fue un nuevo ejemplo. La ovación de aplausos entre afiliados castellanomanchegos fue continua y a ningún otro presidente autonómico le ocurrió. Esa es la baza que juega Sol: el fenómeno electoral y el tirón desatado por Ayuso, sin paragón en este momento del partido. Como publicó 'El Periódico de España', a eso se agarran para dar por hecho que Génova acabará reculando. 

En la dirección nacional, sin embargo, dan por hecho que el apoyo tan inmenso de la calle no se traslada al aparato del partido que, en última instancia, es el que realmente tiene la sartén por el mango. Dicho de otra manera: dirigentes cercanos a la cúpula afirman que si se celebraran primarias (con el sistema de primera vuelta entre afiliados y segunda con compromisarios) la opción de Génova resultaría ganadora. Sea como sea, muchos cargos en la formación consideran que los apoyos están muy equilibrados, porque reconocen que la cúpula siempre tiene mucho poder, pero también creen que Ayuso no sólo conquista a las bases, sino que muchos dirigentes le darán su apoyo. 

La primera jornada del congreso en Puertollano sirvió para dejar claro que el conflicto es más hondo de lo que pudiera incluso pensarse. A la espera, eso sí, de lo que diga Pablo Casado este domingo.