La precariedad laboral, la crisis sanitaria, y el cambio climático. La vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, se ha llevado del Vaticano este sábado lo que buscaba: la sintonía con Francisco, el Papa que muchos, también dentro de su partido, Unidas Podemos, han elogiado y calificado como un referente mundial en temas de justicia social y lucha contra la desigualdad. En este contexto, se ha llevado a cabo la reunión entre el católico más poderoso del mundo y la política más valorada en España.

El encuentro del Papa y Díaz ha durado unos 40 minutos y se ha llevado a cabo en el Palacio Apostólico. Allí donde Francisco suele recibir a presidentes y primeros ministros, Díaz, que no es creyente, pudo conversar a puerta cerrada con la máxima autoridad de la Iglesia católica. "Ha sido un encuentro muy emocionante, créame", se ha limitado a decir la también ministra de Trabajo al término de su reunión, en una breve comparecencia en una gélida plaza de San Pedro en la que también estaba presente el secretario de Estado de Empleo y Economía Social, Joaquín Pérez Rey.

Entre los asuntos que se hablaron destacaron "temas que preocupan el Papa y al Gobierno", como "el trabajo decente" y que "los trabajadores estén en el centro", precisaron luego fuentes cercanas a Díaz. Los dos hablaron también de otros "retos comunes como la crisis sanitaria y social del Covid-19", y Díaz le explicó al Papa "todas las legislaciones que el Gobierno ha llevado adelante" durante la pandemia. El Papa "estaba informado". "También se habló de Argentina y Galicia", se ha precisado.

Yolanda Díaz visita al Papa Francisco en El Vaticano

Yolanda Díaz visita al Papa Francisco en El Vaticano Irene Savio

La vicepresidenta le ha llevado al Papa "un mensaje del presidente Pedro Sánchez", añadieron las fuentes, sin dar más detalles sobre el contenido de esta comunicación. Aún así, el encuentro "no fue a título personal, sino como vicepresidenta", se quiso precisar desde el entorno de Díaz. La ministra considera "no se puede vivir en un país católico dando la espalda a la Iglesia". Por ello, “no entiende a una derecha alejada del sentido común”, se añadió, en referencia a las recientes polémicas por la visita de la política en El Vaticano.

Reunión extraordinaria

En los días previos al encuentro entre Díaz y el Papa, algunos observadores interpretaron la reunión como una señal de que la política está preparando su candidatura, en un momento en el que goza de gran popularidad entre los españoles, según los últimos datos del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS). Todo ello cuando también Francisco ha caído en la mira de la derecha española, entre otros, de la presidenta madrileña Isabel Díaz Ayuso, quien recientemente se quejó por la petición de disculpas hecha por el Papa por la conquista española de América.

El preámbulo del encuentro no era para menos. Francisco suele dosificar al mínimo sus encuentros con los políticos que no son Jefes de Estado y, en el pasado, ha rechazado incluso reunirse con figuras de relieve de la política estadounidense en momentos que consideraba no apropiados. En esta circunstancia, la líder de Unidas Podemos se convierte en la segunda integrante del Gobierno español en reunirse a solas con el Papa, tras la audiencia de 35 minutos concedida el año pasado a Pedro Sánchez.

En efecto, si bien, en más de una ocasión, también Nadia Calviño, la ministra de Economía, pudo presenciar actos a los que asistió Papa argentino en el Vaticano -por ejemplo, los congresos organizados por la Academia de Ciencias del Vaticano-, se trató de encuentros celebrados junto a otras personas, y no a solas. De hecho, también la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, fue recibida en 2019 por el Papa, pero un evento al que también participaron otros alcaldes.

La líder gallega ha viajado nuevamente a Roma semanas después de un encuentro bilateral con su homólogo italiano, Andrea Orlando, al que volvió a ver el lunes en Bruselas, en ocasión de la reunión de los ministros de Trabajo de la Unión Europea. Este sábado, sin embargo, regresará a España después de una reunión con la embajadora de España ante la Santa Sede, Carmen de la Peña Corcuera, afirmaron fuentes de su entorno.