El conflicto de la UE y de la OTAN con Rusia, por su amenaza de invadir Ucrania, ha reavivado el deseo español de una conexión transfronteriza con Francia para enviar gas argelino o de otros mercados. El Ministerio de Exteriores acaricia la idea. Cree que la dependencia que Europa tiene del gas ruso puede revitalizar este proyecto. Pero el Ministerio de Transición Ecológica, que dirige la vicepresidenta tercera, Teresa Ribera, no lo contempla.

El Gobierno asume que la situación en el Este de Europa es "tensa" y "volátil" pero cree que "todos los actores están apostando por el diálogo y por la diplomacia". Éste es el camino escogido para desactivar el conflicto. Si fracasara, y Rusia acaba por atacar Ucrania, el siguiente movimiento de la UE sería la aprobación de sanciones económicas. En este clima de tensión no se descarta que Vladimir Putin pueda llegar a cortar el suministro de gas a Europa.

Según fuentes diplomáticas esto coloca en un lugar de relevancia a España. Nuestro país recibe este combustible directamente de Argelia a través de gaseoducto submarino Medgaz, y además cuenta con siete plantas para regasificar gas licuado, comprado a otros países y transportado en barco hasta los puertos españoles. "Si a algún país le preocupa la dependencia gasística de Rusia, la alternativa real y evidente es España". "Sólo falta la conexión con el resto de Europa".

La reclamación de enlazar con Francia

El enlace con Francia es una "reclamación histórica" por parte de España pero nunca ha llegado a cuajar. El proyecto Midcat, que conectaba la Península Ibérica con el país galo, a través de Cataluña, ni siquiera recibió el aval de los organismos reguladores. La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) y la Comisión de Régulation de l'Energie (CRE) tumbaron la propuesta de Enagás y la gala Teréga por su alto coste y falta de rentabilidad. Pero ahora, según fuentes diplomáticas, "las interconexiones energéticas preocupan a más países, no solo a España y Portugal".

El 40% del gas que se consume en Europa es ruso. En el caso de Alemania este porcentaje llega al 60%. Dentro de la UE, alemanes y franceses son los más partidarios de mantener una buena relación con Rusia. El presidente Emmanuel Macron viajó este lunes a Moscú y el canciller alemán, Olaf Scholz, está previsto que lo haga la próxima semana. Este martes, el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, se ha desplazado a Kiev para reunirse con su homólogo ucraniano, Dimitro Kuleba, dentro de la "diplomacia de alta intensidad" que, aseguran desde el Ministerio, está desplegando nuestro país, para que "la voz de España se oiga con fuerza". Albares irá después a Bruselas para mantener encuentros con el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, y con el Alto Representante para la Política Exterior de la UE, Josep Borrell.

Pero, aunque Exteriores parece ver una ventana de oportunidad para España en el debate abierto en Europa sobre la dependencia energética rusa, el Ministerio de Transición Energética no tiene en su horizonte la interconexión con Francia. "No hay novedad sobre el Midcat", aseguran desde este departamento. "No es un proyecto que pueda resolverse a tiempo para la emergencia actual", destacan.

Propuesta olvidada en la UE

Otras fuentes gubernamentales, expertas en energía, señalan que esta propuesta "está olvidada" y fue rechazada por los reguladores. "El gas es una tecnología de transición con una curva de demanda descendente en el medio plazo", subrayan. Además, recuerdan, la conexión transfronteriza con Francia ha quedado fuera de la lista de proyectos prioritarios de la UE.

Fuentes diplomáticas reconocen que en este tema se mezclan dos cosas: el interés por buscar una alternativa al gas ruso, por si Putin decidiera cortar el suministro, y los compromisos de transición energética alcanzados en Europa. Pero todo lo que afecta al gas también es "geopolítica". Desde el Ministerio de Transición Ecológica también puntualizan que España "siempre ha colaborado con todos sus aliados en todo aquello en lo que pueda contribuir a bienestar y seguridad energética".

De hecho, nuestro país ya ha autorizado la petición de Marruecos de reconvertir en las plantas españolas el gas licuado que compre en los mercados internacionales, que llegaría en barcos metaneros y se enviaría después a través del gaseoducto del Magreb. De este modo España ayuda a solucionar los problemas energéticos del reino alauí, provocados por la ruptura de relaciones diplomáticas con Argelia y el anuncio posterior de que no seguiría proporcionando gas a Rabat.

Recientemente, en una conferencia de prensa el embajador de Rusia en Madrid, Yuri Korchagin, insistió en la postura de Moscú sobre que no tiene intención de atacar Ucrania y que no existe una amenaza de invasión inminente. Korchagin apuntó que EEUU, que es el segundo proveedor de gas de España, tiene un "interés económico en enviar gas a Europa". "Europa es soberana, si quieren comprar gas en otros mercados que los hagan", concluyó.