El Congreso retoma este martes los trabajos para la reforma de la Ley de Seguridad Ciudadana, conocida como ley mordaza, en un sesión de la ponencia donde se debatirán algunos de los cambios más polémicos, como las devoluciones en caliente o el uso de material antidisturbios.

Una reunión que se celebra después de un mes, ya que las elecciones en Castilla y León de este domingo aplazaron una sesión. También los trabajos se vieron afectados por la cuarentena de varios diputados por covid, por lo que tuvieron que retrasar su inicio.

Tras avanzar con suficiente consenso en retocar el texto hasta el artículo 18, la ponencia se reúne por segunda vez con un debate que se prevé intenso, aunque PSOE y Unidas Podemos están tratando de sumar apoyos a su paquete de modificaciones, que en opinión de Amnistía Internacional son "insuficientes".

De hecho, este domingo esta organización, junto con otras más de cien agrupadas en la plataforma 'No somos delito', protestaron en 25 ciudades de España para reclamar cambios "más profundos" y no un mero "maquillaje".

La reunión de este martes se producirá un día después de que la comisaria de Derechos Humanos (DDHH) del Consejo de Europa, Dunja Mijatovic, haya instado a España a modificar algunos artículos de la Ley para adecuarlos a los estándares europeos.

En un escrito dirigido a los presidentes del Congreso y el Senado, Mijatovic muestra su preocupación por "la redacción amplia e imprecisa de la ley en su conjunto, que sigue dando un amplio margen de discrecionalidad a las fuerzas del orden a la hora de interpretarla y permite su potencial aplicación desproporcionada y arbitraria".

Porque, según dice, en la práctica constata que "se imponen sanciones por motivos poco claros, socavando el ejercicio de los derechos a la libertad de expresión y de reunión pacífica protegidos por el Convenio Europeo de Derechos Humanos". E incide en la dificultad para recurrirlas.

Esta carta también será protagonista hoy de la ponencia, junto con los puntos más peliagudos de la reforma, desde el uso de material antidisturbios - ERC pide la prohibición de las pelotas de goma- a un endurecimiento en los requisitos en las identificaciones en la calle. Y, sobre todo, el que puede ser uno de los grandes escollos de la nueva norma: las denominadas devoluciones en caliente.

PSOE y Unidas Podemos pactaron suprimir de la nueva norma cualquier referencia a la normativa de extranjería, que incluye los rechazos de inmigrantes en frontera que se incorporaron a la Ley de Seguridad como disposición adicional décima.

Y se hizo a través de una enmienda del PP con el objetivo de modificar la Ley de Extranjería (LEX) y que fue respaldada, como toda la ley, con el aval en solitario de los populares.

Esto no significa que las devoluciones en caliente desaparezcan ni que su regulación sea suprimida, pues el cambio en la ley de seguridad de 2015 supuso también que la de Extranjería contemplara este procedimiento de expulsión que los grupos minoritarios reclaman eliminar de forma expresa de las leyes y que, sin embargo, el Tribunal Constitucional avaló.