Isabel Díaz Ayuso ha negado cualquier "tráfico de influencias" y sombra de corrupción en la concesión de contratos en la Comunidad de Madrid y ha retado a Pablo Casado a que demuestre con pruebas que eso ha sido así. Con tono grave, la dirigente regional ha lamentado el choque "cruel" con la dirección de su partido y ha reclamado públicamente que Casado depure responsabilidades. "Ahora que ya se sabe públicamente [el presunto espionaje a ella y su familia], y que ellos lo admiten, pido que se depuren responsabilidades tanto en el partido nacional como en el partido regional", ha declarado. Todas las miradas se dirigen al número dos de los populares, Teodoro García Egea.

"No puede haber nada más grave que acusar a alguien de la propia casa, con responsabilidades de gobierno, de corrupción. Y hacerlo sin pruebas metiendo por medio a mi familia, que nada tiene que ver con política. La familia es lo más importante que tenemos", ha afirmado, aclarando que esa guerra sucia solo se la esperaría de la oposición.

Ayuso ha comparecido ante la prensa después de que 'El Mundo' y 'El Confidencial' publicaran informaciones sobre un supuesto espionaje ordenado por Génova para encontrar información sobre un contrato de mascarillas de 1,5 millones de euros con el Gobierno de la Comunidad de Madrid. Según la dirección de Casado, en octubre llegaron a la cúpula "rumores" sobre que el hermano de la presidenta, Tomás Díaz Ayuso, habría cobrado una comisión ilegal de "200.000 euros".

El presunto espionaje se habría intentado hacer, según la información de 'El Mundo', a través de la empresa pública de Vivienda del Ayuntamiento. El alcalde, José Luis Martínez-Almeida, ha negado cualquier contrato a detectives para buscar trapos sucios sobre la presidenta.

El contrato del hermano

Según ha explicado ella, el contrato de las mascarillas es totalmente regular y "fue fiscalizado por la intervención general y se llevó a dación de cuentas al consejo de Gobierno". Ayuso ha señalado que desde hace meses "distintos medios de comunicación" han denunciado que "dirigentes del Partido Popular estaban creando un dosier" contra ella, para vincularla con "algún asunto de corrupción".

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La comparecencia de Isabel Díaz Ayuso, en imágenes Agencias

Su sorpresa llegó, ha relatado, cuando, en septiembre, Casado la convocó en su despacho "para hablar de la situación del partido y del congreso [del PP de Madrid]" y le aseguró que le había llegado un "dosier" desde "la Moncloa" sobre la participación de su hermano en la operación comercial, de abril de 2020, extremo que el PSOE y el Ejecutivo de Pedro Sánchez han negado después tajantemente.

"Pregunté a mi hermano, quien me confirmó que había mantenido relaciones comerciales con esa empresa y que todo era completamente legal. Que todo está presentado ante Hacienda, declarado y en A. Como hace cualquier comercial honrado. De esta operación me enteré en Génova. Ni mi Gobierno ni yo hemos intervenido para adjudicar ni ese, ni ningún otro contrato a nadie de mi entorno", ha explicado antes de asegurar que su hermano lleva "26 años" trabajando de comercial en el sector sanitario.

La guerra contra Ayuso y Casado ha sacudido al PP y supone un pulso al líder del partido de consecuencias ahora desconocidas. En su intervención en la Puerta del Sol, la dirigente ha incidido en sus éxitos electorales al frente de Madrid y ha lamentado que le estén acusando de ser desleal y de personalismos por reclamar la presidencia del partido en la comunidad. "Si hubiera querido atacar a mi partido, habría contado todo lo que sabía desde hace meses", ha dicho sobre el espionaje y el "dosier" que blandió en la reunión Casado. En cambio, ha añadido, no lo hizo y participó en varios actos del partido y hasta en siete actos de la campaña de Castilla y León.

"Que prueben que ha habido tráfico de influencias. Que prueben que ha habido un solo contrato irregular. Que prueben que yo no soy honrada", ha retado a su jefe de filas. Y ha acabado con otro misil contra el equipo de Casado y que lleva un apellido principal: García Egea. "Quisiera saber cuántos votos han conseguido para el Partido Popular todos aquellos que llevan meses dedicados a atacarme a mí", ha concluido. Ella, ha apuntado, aceptó presentarse por el PP, en el 2019, pese a que las encuestas le daban 22 escaños. En las elecciones de aquel mes de mayo sacó 30 y, ahora, en los últimos comicios, arrasó con 65 diputados.