El Gobierno ha pasado rápidamente página a las elecciones del domingo y sigue volcado en la recuperación económica y la gestión de los fondos europeos. Es consciente de que acumula muchos arañazos y que para algunas de sus heridas no encuentra cura pero tras dos años y dos meses trepidantes, en los que ha tenido que enfrentarse a una pandemia, se ve con muchas posibilidades de ganar las próximas elecciones generales. Otra cosa es lo endiablado que puede ser la suma para armar una mayoría.

La lectura que la parte socialista del Gobierno y el PSOE hacen de las elecciones de Castilla y León del domingo no es negativa, a pesar de que se ha impuesto la suma de PP y Vox y que no han sido los más votados como en 2019. Se han perdido siete procuradores, al menos cuatro en León y en Soria, donde la Unión del Pueblo Leonés y Soria ¡Ya!, que se presentaba por primera vez, han logrado un magnífico resultado a costa de los socialistas.

Sobre este hecho se ha tomado nota pero el balance de esta cita electoral es satisfactorio. Fuentes de Moncloa y de la dirección socialista coinciden en que han obtenido un 30% de votos en una comunidad, de fuerte implantación del PP y en unas elecciones que Alfonso Fernández Mañueco convocó porque creía que "le convenía", con encuestas que le dan casi mayoría absoluta. La diferencia con los populares, resaltan, no ha llegado a punto y medio, en uno de sus mayores feudos, donde la victoria de 2019 fue casi una "excepción", por el "subidón" de la marca PSOE que afectó a todos los territorios.

Casado no genera confianza

"Hay un desgaste lógico" pero el problema, según sostienen los socialistas, ahora "lo tiene el PP" porque ha evidenciado que el único modo de que Pablo Casado llegue a La Moncloa es con Vox"El PP solo no es alternativa". "Si no lo eres en Castilla y León, quitando Galicia, dónde lo vas a ser". Fuentes del partido señalan que Casado "no genera confianza en el electorado de la derecha".

Esta circunstancia, que el liderazgo del líder popular no acabe de cuajar, se observa en Moncloa como un gran colchón de oportunidad. Pedro Sánchez no percibe en él una verdadera amenaza. No es algo nuevo, Ya era así en los tiempos de Iván Redondo. Pero en el nuevo equipo del jefe del Ejecutivo persiste el asombro porque no elija el camino de la moderación, que ha mutado ahora a la sensación de que "cambia de rumbo cada día".

Crisis interna del PP

El resultado en Castilla y León confirmaría que "no se abre el nuevo ciclo electoral que vaticinaban en Génova", que "no estamos ante el prólogo de la llegada de Casado a la presidencia del Gobierno", aseguran en La Moncloa. Al contrario, en el Ejecutivo y en la dirección del PSOE se abonan a la tesis de la creciente "fragilidad" de su liderazgo dentro de su propio partido. Está "cuestionado" y el PP no se percibe como un proyecto definido porque "cada uno dice una cosa".

En la cúpula socialista consideran que este deterioro de su posición interna le impide imponer el rechazo a que Vox entre en el Gobierno de Castilla y León. En cualquier momento, indican en el PSOE, saldrá la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, que ya ha defendido el pacto con la formación de ultraderecha, y recordará que el próximo año hay elecciones autonómicas y municipales y que el único modo de alcanzar el poder es de la mano de Vox.

Estas valoraciones se hicieron cuando aún no había trascendido la información, adelantada por El Confidencial, de que fontaneros de Génova contactaron con detectives para investigar al hermano de Ayuso, una circunstancia que refuerza la tesis socialista sobre la mala situación que atraviesa el PP.

Aunque el Gobierno y el PSOE no han hecho públicamente ninguna autocrítica del resultado del 13-F sí se ha tomado nota del auge de las plataformas territoriales Los socialistas reconocen que quizá no están acertando a la hora de transmitir su gestión en algunas provincias como Soria o León, donde ha prendido la idea del agravio territorial, y deben contar lo que hacen mucho mejor. Desde el Ejecutivo apuntan que "la voluntad es escuchar y por supuesto respetar las reivindicaciones de los partidos de la España vaciada".