Este próximo jueves, Alfonso Fernández Mañueco, presidente en funciones de Castilla y León, empezará a desbrozar el camino hacia su investidura. Los procuradores de las Cortes elegidos en las elecciones del 13 de febrero deberán elegir al presidente de la Mesa de la Cámara autonómica, los vicepresidentes y los secretarios. Será el primer día que se podrá ver qué socios se ha buscado Mañueco para navegar la próxima legislatura. El resultado de los comicios es envenenado: los ganó (31 escaños) pero está prácticamente atado a Vox (13). Esa circunstancia ha llevado a los dirigentes del PP de Castilla y León a pedir que la dirección baje el diapasón y deje de calificar al partido de Santiago Abascal como extrema derecha, porque es probable que acaben gobernando gracias a ellos y quizás con ellos dentro del Ejecutivo autonómico.

Y eso ha hecho este lunes Esteban González Pons, eurodiputado y presidente del comité organizador del congreso que entronizará a Alberto Núñez Feijóo. Pons lleva los últimos tres años refiriéndose directamente a Vox como partido de ultraderecha y advirtiendo de que su partido no podía mimetizarse con el de Abascal si quería recuperar a sus votantes. De hecho lo hizo la semana pasada, cuando ya ocupaba ese cargo en este PP de transición: "Es un partido de extrema derecha. Hay una oferta en España de extrema derecha, como existe en toda Europa, hay una oferta de un partido socialista y hay otra de centro derecha".

Este lunes, sin embargo, en una rueda de prensa en la sede nacional del partido, se le ha preguntado si seguía manteniendo esa opinión de Vox y ha respondido: "Como presidente del comité organizador, eso no entra entre mis atribuciones". Feijóo, que oficializará su candidatura en los próximos días, no se ha referido a Vox en ningún momento como ultraderecha.

Mañueco, aseguran fuentes del PPtiene "libertad total" para decidir "el programa de Gobierno" y tratar de dar "estabilidad" a Castilla y León. "No vamos a interferir y vamos a dejar que, desde la tranquilidad y la discreción, pueda llevar a cabo todas esas negociaciones", añaden esas fuentes.

El calendario juega a favor de Feijóo: la voluntad es que el acuerdo entre los populares y sus futuros socios de legislatura se cierre antes de que él sea proclamado nuevo presidente del PP, el 2 de abril en Sevilla.