El exjuez de la Audiencia Nacional Javier Gómez de Liaño ha reclamado al magistrado Manuel García Castellón, que investiga el caso Kitchen sobre el presunto espionaje al extesorero del PP Luis Bárcenasque le permita personarse como perjudicado por el presunto espionaje que llevó a cabo la policía política dirigida por el comisario jubilado José Manuel Villarejo. Así consta en un escrito, de 2 de marzo, al que ha tenido acceso esta redacción.

El que fuera abogado de Bárcenas hace esta petición después de que EL PERIÓDICO DE ESPAÑA, diario perteneciente al mismo grupo editorial que este medio, publicara que el ex mando policial había redactado en su diario numerosas reuniones con abogados que tenían la finalidad de presionar a Gómez de Liaño y conseguir que dejara la defensa de Bárcenas, que en esos momentos había decidido colaborar con el juez que investigaba los papeles de Bárcenas o caja B del PP, Pablo Ruz.

"Ilícitamente espiadas"

"Lo relevante a los presentes efectos es que el abogado Gómez de Liaño, como también la abogada doña María Dolores Márquez de Prado y todo el despacho profesional estuvieron entre las personas que fueron ilícitamente espiadas en el marco de la Operación Kitchen para obtener información y documentación respecto a Luis Bárcenas Gutiérrez, a quien el señor Gómez de Liaño defendió entre el 12 de julio de 2013 y el 27 de enero de 2015, al igual que la señora Márquez de Prado a doña Rosalía Iglesias, esposa del señor Bárcenas, en las Diligencias Previas 275/2008 del Juzgado Central de Instrucción número 5", resalta el escrito dirigido a la Audiencia Nacional.

Las agendas de Villarejo muestran que la policía política se puso en contacto con uno de los antiguos clientes de Gómez de Liaño, Zakhar Kalashov, que había sido condenado en 2010 a siete años de cárcel por su pertenencia al crimen organizado ruso. Numerosas anotaciones muestran cómo la trama Kitchen investigó, sin orden ni mandato judicial, el supuesto cobro en 'b' por parte del abogado de Bárcenas de hasta 5,5 millones de euros, unos hechos que niega el propio letrado.