Yolanda Díaz tiene que echar el freno a su proceso de escucha. Las consecuencias de la guerra de Vladimir Putin contra Ucrania han puesto en alerta al Gobierno de coalición y la vicepresidenta segunda ha decidido aparcar la construcción de su futuro proyecto para centrarse en la gestión del Ministerio de Trabajo. "Esta crisis, de nuevo, vuelve a hacer que todas las horas del día están volcadas en paliar esta crisis que causa una enorme incertidumbre", ha dicho Díaz este jueves. Fuentes de la vicepresidencia segunda recalcan que se trata de "una cuestión de prioridades".

La primavera, que comenzó el pasado sábado, iba a ser la estación elegida por Díaz para lanzarse a recorrer España y dialogar con la sociedad. Sin embargo, el conflicto bélico pone en duda estos tiempos. El Ejecutivo está ahora centrado en preparar un plan para contener las consecuencias económicas y, como ha señalado la propia Díaz, "es posible que [la guerra] sea más larga de lo que prevemos". En este contexto, la decisión de la vicepresidenta ha sido retrasar la puesta en marcha de este proyecto.

Fuentes de su entorno señalan que hace poco más de un mes, cuando Díaz habló de arrancar el proceso de diálogo en primavera, no se sabía que iba a estallar una guerra entre Rusia y Ucrania y que, por tanto, las prioridades han cambiado. "Hay que afrontar una crisis social y económica", reiteran. Se queda sin fecha de inicio este proceso que en los últimos meses ya ha sufrido varios retrasos provocados por la agenda legislativa del Gobierno.

El manejo de los tiempos

El verano pasado, Díaz ya empezó a mostrar su intención de conformar una herramienta electoral que superara a Unidas Podemos. Desde entonces, la vicepresidenta apenas ha dado pista alguna. Ella misma reconoce que es difícil trasladar a las palabras las ideas que tiene en mente. Lo único que se ha ido concretando en estos meses era la fecha en la que se pondrían en marcha los mecanismos. La intención de la ministra de Trabajo fue comenzar el 2022 arrancando el proceso de escucha que precederá a su decisión de si se presenta como candidata en 2023 o no. La negociación de la reforma laboral se lo impidió.

Luego llegaron las elecciones en Castilla y León, la crisis del PP, el estallido de la guerra de Ucrania y, ahora, las consecuencias económicas de esto último. Sin cerrar un día concreto, Díaz tenía previsto desplegar los primeros movimientos de su plan en primavera y extender este proceso durante seis meses, casi hasta octubre o noviembre, con la idea de que después aún quedara tiempo para construir una plataforma de cara a las elecciones generales de 2023. Por el momento, todo esto está en el aire.

Horas antes de que Díaz dejara entrever su decisión, la coportavoz nacional de Podemos, Isabel Serra, pedía justo lo contrario y consideraba que es "fundamental" que impulse su proyecto "pronto". En una entrevista en Radio Clave ha apuntado que "es más importante que nunca" que esa herramienta se "ponga en marcha". Aun así, ha reconocido que lo primordial es hacer frente a las consecuencias de la guerra.