El Catalangate no ha podido evitar acaparar los parlamentos políticos de esta diada de Sant Jordi. El independentismo ha redoblado su presión sobre el Gobierno para exigir explicaciones sobre el caso de espionaje masivo a más de 60 líderes del procés a través de sus teléfonos móviles. "No tiene ningún sentido que el presidente del Gobierno, a día de hoy, todavía no haya dado ninguna explicación", ha declarado el president de la Generalitat, Pere Aragonès, en el tradicional encuentro con medios para el día del libro y la rosa. Al otro lado de la plaza de Sant Jaume, en el salón del Ayuntamiento, la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, ha hecho un llamamiento al diálogo y ha asegurado que el Ejecutivo, con Pedro Sánchez a la cabeza, trabaja para dar esas explicaciones que le reclaman las víctimas del espionaje vía Pegasus. Algo que se confirmaba poco después con el anuncio de que el ministro de Presidencia, Félix Bolaños, viajará este domingo a la capital catalana para dar explicaciones.

Cinco días después de estallar uno de los mayores casos de espionaje político de la democracia española, el presidente del Gobierno todavía no se ha pronunciado sobre el tema y el independentismo aprovecha cada micrófono para exigírselo. No contentos los espiados con la versión que hasta ahora ha dado la ministra de Defensa, Margarita Robles. "Las explicaciones que ha dado hasta el momento la ministra de Defensa son insuficientes y, diría más, son contraproducentes. Decir que el CNI no se puede defender... quien no se puede defender somos esas 60 personas que hemos visto invadida, espiada y vulnerada nuestra vida personal", ha declarado Aragonès este sábado.

Yolanda Díaz sobre el presunto espionaje en Cataluña: "La situación es grave y exige de diálogo, diálogo y diálogo"

Yolanda Díaz sobre el presunto espionaje en Cataluña: "La situación es grave y exige de diálogo, diálogo y diálogo". Agencia ATLAS | EFE

Desde el otro socio de Govern, Junts ha escalado un peldaño dialécticamente para tratar de marcar el paso del espacio independentista y ha considerado que pedir explicaciones no es suficiente. "Hay gente que pide explicaciones, creo que hay que ir mas allá, después de explicaciones tiene que haber consecuencias, y estas consecuencias políticamente se llaman dimisiones", ha afirmado la presidenta del Parlament, Laura Borràs. La posconvergente ha aprovechado la idiosincrasia de la diada para comparar al Estado con el dragón de Sant Jordi, "que no nos permite vivir con normalidad en catalán", y ha considerado que tramas como la del Catalangate "solo deberían existir en las novelas".

Unidas Podemos: "La situación es grave"

Si Aragonès se pronunciaba desde los salones del Palau de la Generalitat, la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, aprovechaba su visita de dos días a Cataluña para hacerlo desde el Ayuntamiento de Barcelona. La invitada de la alcaldesa Ada Colau -sobre la que ha dado por supuesto que se presentará para una tercera reelección- ha reconocido que "la situación es grave", hasta el punto de que ha reconocido que ella misma teme que puedan o hayan podido espiarla. Pero "justamente porque es grave exige diálogo, diálogo y diálogo", ha insistido la vicepresidenta.

Un llamamiento especialmente dirigido a ERC, al que le ha pedido tiempo para que el Ejecutivo busque esas explicaciones que reclama y que no dinamite la mayoría de la investidura que ha posibilitado los últimos Presupuestos Generales del Estado o la aprobación de reformas de calado, como la de pensiones. No en vano los republicanos han amenazado a la coalición con un 'vietnam' en cada votación del Congreso hasta que asuman responsabilidades. La líder de Unidas Podemos en el Gobierno ha explicado que el propio Pedro Sánchez, con quien habla "permanentemente" y mantiene "una magnífica relación", está trabajando también este tema "que es de máxima importancia para el conjunto del país y sobre todo para las democracias contemporáneas".

Quien no ha querido entrar a pronunciarse este Sant Jordi sobre el Catalangate ha sido el líder de los socialistas catalanes, Salvador Illa, que ha pedido un "tiempo muerto" durante este sábado. No obstante y a preguntas de los periodistas, el ex ministro de Sanidad sí ha declarado que "El Gobierno de España no espía, el Gobierno de España dialoga, el Gobierno de España está dispuesto a llegar al final del asunto".