Macarena Olona (Alicante, 1979), estilete de Vox en el Congreso, desde el que ha logrado proyección pública, asumió la responsabilidad de ser cabeza de cartel en Andalucía, la comunidad en la que, en 2018, su partido logró el primer gran éxito electoral.

Su aterrizaje en la región para las Elecciones andaluzas del pasado mes de mayo fue una declaración de intenciones del partido, apostando fuerte con la esperanza de forzar su entrada en el Gobierno por el mismo camino que ya lo hizo en el de Castilla y León. También de la mano del PP, según sus previsiones. Las encuestas, a su favor, le otorgaban una estimación de voto superior al 10,96% logrado hace cuatro años, un resultado que podría haberle dado la llave de San Telmo.

Sin embargo, los resultados de las elecciones, el pasado 19 de mayo, le otorgaron el 13,46% de los votos, siendo un total de 14 escaños. Estos datos, lejos de las expectativas generadas por las encuestas, la dejaron fuera de la Junta de Andalucía ante la mayoría absoluta de Juanma Moreno.

La polémica, que ha acompañado a esta abogada del estado en diferentes momentos de su aún breve trayectoria política, no le abandonó en su llegada a la comunidad de Andalucía. Su controvertido empadronamiento en la localidad granadina de Salobreña, aunque avalado finalmente por la justicia, todavía resonaba cuando la campaña electoral dio sus primeros pasos. Ella, en cualquier caso, no se considera una 'paracaidista'.

Olona se licenció en Derecho en 2003 con premio extraordinario en la Universidad de Alicante e ingresó en el cuerpo de abogados del Estado en 2009. Fue abogada jefa del Estado en el País Vasco entre 2012 y 2017, una etapa en la que, entre otros asuntos, armó jurídicamente recursos contra la realización de homenajes a los presos de ETA. Fue cesada por el Gobierno de Mariano Rajoy a petición del PNV.

Después de eso, la ahora candidata de Vox para las elecciones en Andalucía llegó a la secretaría general de Mercasa, empresa pública que presta servicio al conjunto de la cadena alimentaria y en la que tuvo que investigar comisiones ilegales por valor de hasta 20 millones de euros.

Justo antes de alistarse en las filas de Vox, trabajaba en la Sociedad Pública Estatal Sepides, tras lo cual comenzó su vida política.

Criada solo por su madre, sin presencia de su padre, Olona es hoy madre de un niño de apenas 3 años de edad, pero se ha mostrado siempre muy celosa de su intimidad y se desconoce casi todo sobre su vida personal o sus relaciones. En un mitin, se definió como mujer "libre, española, madre, hija, hermana y andaluza".

Azote del Gobierno en la Cámara Baja, la dirigente del partido, que siempre rechazó la etiqueta de 'ultraderechista', se mostraba habitualmente como una gran defensora de la Guardia Civil, y recibió en 2017 la Orden al Mérito Civil que entrega la Benemérita en la Categoría de Cruz con Distintivo Blanco.