El último barómetro del CIS había levantado la moral de Pedro Sánchez después de que le diese la victoria por delante del Alberto Núñez Feijóo. En el estudio que se ha publicado este lunes, el resultado es aún mejor. El presidente del Gobierno y secretario general del PSOE obtendría el mejor resultado del año con una estimación de voto del 32,7%. Hasta ahora, su techo fue en julio de 2020, cuando llegó al 32,1% de estimación. Esto, a 24 horas de un nuevo cara a cara en el Senado con el líder del PP, es una enorme inyección de moral para los socialistas.

El Centro de Investigaciones Sociológicas, por otro lado, paraliza el crecimiento del principal partido de la oposición en las encuestas. Feijóo mejora en dos décimas la estimación de septiembre, del 28,5 al 28,7%, pero ni mucho menos experimenta el tirón de Sánchez, quien en un solo mes ha crecido más de tres puntos.

Con los resultados del barómetro del CIS en la mano, el estado de ánimo en Moncloa y en Ferraz debe ser lo más parecido a una fiesta. En julio reinaba la pesadumbre porque al desastre de las elecciones andaluzas se unió un sondeo muy malo, ya que el PP apareció como vencedor con una estimación de más del 30% de los votos. Sánchez reunió a su equipo de confianza en el Gobierno y en la sede del Partido Socialista y dio una instrucción muy precisa: salir al ataque en todos los ámbitos, tanto en la gestión como en la forma de contar/vender la gestión.

Comenzó un periodo frenético para la agenda legislativa. Tras cambiar la estructura de la dirección del PSOE, y sobre todo, dar más poder a su equipo de Moncloa (María Jesús Montero, la ministra ahora mismo de máxima confianza del presidente junto con Nadia Calviño, se convirtió en vicesecretaria general), el Ejecutivo aprobó un decreto con medidas anticrisis el 1 de agosto. Le costó convalidarlo en el Congreso para que siguiera en vigor, a finales de ese mes, pero lo logró, y desde entonces, durante todo septiembre, Sánchez no ha parado.

Decidió, en contra de una lectura inicial, asumir él toda la responsabilidad de desmoronar el aura que rodea a Feijóo, la de un mandatario y gestor experto y centrado debido a sus cuatro mayorías absolutas en Galicia. Fue al Senado el 6 de septiembre para confrontar dos modelos. El suyo es la defensa del Estado de Bienestar y la protección de las clases trabajadoras. El de Feijóo es el modelo de la oligarquía empresarial y de "los ricos". Había que llevar al líder del PP a la ideología y así sigue el presidente del Gobierno, insistiendo. Estuvo en el Congreso la semana pasada para anunciar más medidas sociales y este martes martes volverá al Senado.

Pues ese plan, según el CIS, está yendo de maravilla. El PSOE, si hubiera elecciones hoy mismo, las ganaría con un 32,7% de los votos. Es el mejor resultado de la legislatura, y un porcentaje considerablemente mayor al logrado en las últimas generales de noviembre de 2019, cuando Sánchez se llevó el 28,3% de las papeletas y 120 escaños.

El presidente, quien en septiembre volvió a la victoria (provisional), se habría consolidado. Mejora en casi todos los indicadores. En "voto+simpatía", que hace un mes perdía, vuelve al liderazgo al registrar un 27,4, cuatro puntos más. El número de ciudadanos que no confían en él habría bajado del 68,5% al 67. Además, mientras un 21,3% le citó en septiembre como favorito para la Presidencia, ahora lo menciona un 22,9. La nota que hace 30 días se quedó en el 4,37, en octubre es de un 4,47. En fin, un cúmulo de buenas noticias para Sánchez, quien este lunes ha protagonizado un acto junto a Felipe González, José Luis Rodríguez Zapatero y Joaquín Almunia.

Vox sigue en declive

El PP no consigue un mal resultado este octubre, en el barómetro hecho entre los días 1 y 10. El récord lo batió en julio, ese 30,1% en estimación de voto. Septiembre le puso de nuevo debajo del 30, en el 28,5. Octubre le concede un leve repunte, hasta el 28,7, en el nivel de los mejores registros que el CIS ha conferido al partido de Feijóo desde que es su presidente.

Se habría enfriado el auge del mandatario gallego, en gran medida por el impulso que ha cogido Sánchez. Pero juega en favor de Génova la mala racha de Vox. La formación de Santiago Abascal, quien salió herida de las elecciones andaluzas y aún se recupera del cisma creado por Macarena Olona, vuelve a caer. Pasó en julio del 12% en estimación de voto al 10,3 en septiembre, y ahora, al 8,8. Es un tropiezo doloroso.

Unidas Podemos se estabiliza con un 12,7% y Cs, en el 2,7. No son malos números, en especial para los liberales de Inés Arrimadas, inmersos en la refundación, para la que hay fecha: enero del año que viene. El que sufre un revés es Íñigo Errejón. En septiembre rozó el 2% de estimación de voto. En octubre, supera el 1% por muy poco.