El empresario Javier Martínez de la Hidalga ha negado que Francisco Gómez Iglesias, el Pequeño Nicolás, le engañara en 2014, ya que le devolvió el dinero que supuestamente estafado, y ha relatado cómo tenía "confianza total" en el joven porque "era un genio precoz" que era "amigo del Gobierno y de todo el mundo".

"Obviamente yo no he sido engañado. Él me pagó una parte y me dijo que me iba a pagar lo que faltaba, y luego un abogado amigo mío me dijo que su madre se iba a responsabilizar del dinero que faltaba", que acabó recibiendo de vuelta, ha dicho Martínez de la Hidalga a la Sala que juzga al Pequeño Nicolás por presuntamente estafar a este empresario haciéndose pasar por miembro o asesor del Gobierno y del CNI.

La Audiencia Provincial de Madrid ha continuado así este miércoles el juicio a Francisco Nicolás Gómez Iglesias en el que la Fiscalía pide para él seis años de cárcel por delito continuado de falsedad en documento oficial, de usurpación de funciones públicas y de estafa. Podemos pide doce años de prisión.

En la línea que mantiene el acusado, el empresario ha dicho ante el tribunal que conoció a Gómez Iglesias en 2014, cuando tenía previsto vender la finca La Alademilla en Toledo y decidió que le ayudara en la operación por sus relaciones con políticos y empresarios, y pagarle un dinero como provisión de fondos, para sus gastos.

"Cuando se hace una gestión exitosa, y al parecer esta lo era, es normal adelantar dinero para gastos", ha añadido el empresario, que al ser preguntado sobre si sacó los 25.000 euros que entregó al Pequeño Nicolás porque esa era la cantidad acordada, o porque el director del banco no le dejó sacar más, ha respondido: "Igual me daba", ya que tenia "confianza total" en un joven que era "un genio precoz... o al menos hacía el papel muy bien".

Sobre cómo le hizo creer que tenía esa posición, el empresario ha dicho que el joven llevaba consigo un álbum en que tenía fotos en la coronación del rey Felipe VI y con políticos, y que "era amigo del Gobierno, del CNI, del Rey y de todo el mundo... iba por Madrid en un coche oficial y escoltado".

El joven le dio un dossier en el que al parecer el Gobierno quería expresar su reconocimiento al empresario por su trayectoria profesional, y a él no el extrañó.

Sospechas

Ha reconocido que el día que fueron al banco "se habló" de la posibilidad de transferir parte de su dinero a una cuenta de Gómez Iglesias, pero "no se pudo hacer porque hacía falta tiempo", según le dijo el director de la sucursal, que en ese momento no le advirtió de nada, pero unas horas después llamó a su mujer porque sospechó de que el joven quisiera estafarle.

Tras esta llamada él le pidió al joven que le devolviera el dinero, lo que hizo al día siguiente en parte, ya que la otra parte la tenía "en una caja del servicio secreto, o una caja oficial".

Poco después la Policía se puso en contacto con él para advertirle del posible engaño y pedirle que declarara, lo que hizo "en un piso oficial" y firmó esa declaración, y luego ya no recuerda si declaró en el juzgado sobre estos hechos.

Por su parte el abogado Juan Untoria, que representa al empresario en varios asuntos, ha testificado que no hubo estafa y ha subrayado, sobre las capacidades del Pequeño Nicolás, que "en una compraventa lo que menos se necesita es experiencia, sino conexiones".

El encargado de la copistería Workcenter en la que el Pequeño Nicolás elaboró supuestamente los documentos con membretes del Gobierno ha testificado que el joven iba allí de forma habitual y no les extrañó lo que elaboraba, hasta que la Policía fue a preguntarle.

Al salir de los juzgados Francisco Nicolás Gómez Iglesias ha dicho se siente "más optimista" porque se cree que se han desmontado acusaciones.

El juicio continuará finalmente el próximo 7 de noviembre para que declaren la mujer del empresario, que este miércoles estaba enferma, y los peritos previstos para hoy.