“Si realmente pensaran que estamos muertos, no vendrían con tantas ganas a por nosotros”, aseguran en la dirección de Ciudadanos. “No quieren que nos presentemos con nuestra propia papeleta a las elecciones, porque saben que en algunos sitios seremos decisivos. Algunas encuestas nos llegan a dar el 6%, por ejemplo en Madrid, gracias a que tenemos un votante resistente que no nos abandonará nunca por el PP”, añaden. En el PP, en cambio, los ven "condenados a desaparecer".
Después de las numerosas debacles en las urnas en 2021 y 2022, los dirigentes del partido naranja se han acostumbrado a vivir con turbulencias internas y hablan con sorprendente tranquilidad de la operación que los conservadores han relanzado estas últimas semanas en varias autonomías para invitar a algunos cargos de Ciudadanos a sumarse a su proyecto. Según ha podido saber este diario, el PP ha aumentado la presión en Extremadura, Comunitat Valenciana, Aragón y Baleares cara a las elecciones locales y autonómicas que se celebrarán el próximo mes de mayo.
Ciudadanos achaca la maniobra con Villacís de esta semana a la "necesidad" de "tapar" los "errores de Feijóo"
En Madrid, el apremio, en este caso público, ha llegado del coordinador general, Elías Bendodo, sobre Begoña Villacís, vicealcaldesa de la capital. Villacís es una de las caras más visibles y con más tirón de Ciudadanos y su salto supondría que la formación entraría en una fase de desintegración mayor aún. De hecho, en estos momentos está inmersa en la "refundación" que los liberales preparan para mediados de enero.
¿Vuelta a la "casa común"?
Génova le ha abierto las puertas, por enésima vez, pero en Sol Isabel Díaz Ayuso, según ha podido saber este diario, no hay ninguna intención de sumarla a su equipo. Ayuso controla el PP de Madrid y las listas al Ayuntamiento también dependen de ella, así que se aventura un choque de pareceres con Feijóo. Fuentes del entorno de la presidenta opinan que Villacís puede sumarse si quiere, pero no la ven con un potencial político especial como para ir a buscarla.
Ante las cámaras, Bendodo habló de que el PP está abierto a captar “todo el talento” que ve en las filas de los liberales, también el de Villacís. En Génova, ya sin micrófonos, hablan de forma más cruda y consideran que Ciudadanos está en “vías de extinción” y quieren que los “pocos que quedan” vayan “a la casa común” del centro-derecha.
Una vez que los populares han empezado a ver a Vox debilitarse y las encuestas señalan que una cuarta parte de los votantes ultras de las últimas generales elegirían ahora a Feijóo (unas 830.000 personas), los conservadores quieren seguir sumando también por el centro. En los despachos, el análisis que se hace de la situación de la formación liberal no dista demasiado de la que hacía el equipo de Pablo Casado. Fue el expresidente de los conservadores el que ordenó intentar absorber a Ciudadanos en marzo del 2021, cuando los naranjas se conjuraron con el PSOE en varias autonomías para quitarle el poder al PP con mociones de censura. La operación fue un desastre y la factura la están pagando casi íntegramente los naranjas.
Los populares calculan que han atraído a unos 50 políticos del partido naranja en los dos últimos años
Después de esa estrategia fallida de la presidenta de Ciudadanos, Inés Arrimadas, los populares anunciaron el fichaje de Fran Hervías, hasta entonces secretario de Organización de los naranjas. Hervías fue el hombre que ayudó a Albert Rivera a abrir sedes por toda España y dar el salto desde Cataluña. Tenía toda la información en su mano sobre los cuadros del partido liberal y toda esa sabiduría la puso al servicio de unas siglas, las del PP, que él había despreciado durante años. Argumentó que, entre "sanchismo o libertad", él elegía lo segundo porque veía a Arrimadas demasiado próxima a Pedro Sánchez por el respaldo que dio al Gobierno en pleno estado de alarma por el covid-19.
El informe
Hervías dejó de trabajar para el PP en marzo, pocos días después de que el equipo de Casado fuera derrocado, pero en la sede se quedaron copias del informe que él elaboró para que su nuevo partido se comiera a Ciudadanos "poco a poco". Algunos dirigentes de la anterior cúpula consultados consideran que ahora Feijóo está aplicándolo línea por línea. Ese documento incluye listas de nombres de políticos "que aportan y son conocidos en su territorio", ordenados por provincias, que Hervías seleccionó como posibles fichajes. El calendario marca que hay que apretar el acelerador a finales de este año, para que, día tras día, hasta llegar a febrero, vaya perdiendo fuelle y desista de presentar listas en algunos territorios.
El traspaso de Juan Marín, en Andalucía, de la semana pasada sería un claro ejemplo. Marín se ha sumado a una treintena de políticos naranjas que han pasado en los dos últimos años a ocupar cargos que dependen de los populares. En total, en toda España, según el PP, son 50.
La dirección de Ciudadanos daba por amortizado a Marín y no teme "más fugas". Achaca la maniobra con Villacís de esta semana a la "necesidad" de "tapar" los "errores de Feijóo". "Cuando tienen un problema, vuelven a este tema, pero aquí seguimos. Habrá papeleta de Cs y seremos decisivos", solemnizan fuentes de la cúpula.
