Entre las muestras de desdén y de desprecio de la derecha, EH Bildu sigue caminando su camino. Cuando empezó la legislatura se propuso ser una formación con influencia en Madrid, lo que resultaría viable por dos motivos: porque tenía grupo propio en el Congreso al lograr cinco escaños, el mínimo que marca el reglamento, y porque en el hemiciclo había un bloque progresista mayoritario en el que podría desempeñar un papel protagonista.

Este jueves, antes de que la Comisión de Asuntos Económicos del Congreso debatiera y votara el dictamen de la nueva ley que fijará un impuesto a los bancos, a las eléctricas y a las grandes fortunas, el diputado de EH Bildu Oskar Matute ha anunciado un acuerdo con el Gobierno sustentado en dos logros: dar total capacidad a las haciendas forales vascas y navarra para la gestión de ese tributo y arrancar del Gobierno un compromiso que, aunque vago y difuso, tiene alcance político: hacer un estudio sobre si conviene convertir el gravamen temporal en gravamen permanente, y por tanto, estructural.

El análisis, según el pacto, se hará antes de que acabe el periodo de implantación de la tasa, tal y como la configura la proposición de ley, es decir, antes de 2024. La norma plantea la aplicación durante los dos años siguientes. Será un estudio sobre "el impacto, dificultades y posibilidades" de que el impuesto se quede para siempre en el modelo fiscal del Estado español, en palabras de Matute.

Al mismo tiempo, en una nota de prensa, su partido ha subrayado lo siguiente: "Tras unas intensas negociaciones que se han extendido hasta este mismo jueves, el Gobierno ha aceptado la petición de EH Bildu de abrir la puerta hacia la conversión en permanentes de los impuestos a la bancas y a las energéticas". Es una demanda algo vieja de la formación. "Desde el inicio de su tramitación en el Congreso, EH Bildu ha advertido en reiteradas ocasiones que limitar el alcance de los impuestos sobre los beneficios extraordinarios" a dos ejercicios "no solucionaría el problema de fondo y se felicita de haber conseguido mover al Gobierno", añade.

En realidad, lo llevan pidiendo desde hace tres años. En los debates sobre la reconstrucción postpandemia ya lo dijo su portavoz en el Congreso, Mertxe Aizpurua.

Matute, en una comparecencia ante los medios, se ha mostrado convencido de que el informe defenderá la idoneidad de que un impuesto sobre los beneficios de las eléctricas y otro sobre las comisiones de los bancos han de quedarse para siempre, ya que "en el Estado la riqueza se acumula en pocas manos y la desigualdad no para de crecer". "Ese informe no puede arrojar otro conclusión que la necesidad de mantener esos impuestos", ha zanjado.

A favor de revisar, puntualmente, la ley del solo sí es sí

El diputado de la izquierda abertzale ha deslindado este pacto de las negociaciones sobre los presupuestos generales, que siguen su curso en el Congreso. La semana que viene saldrán de la Cámara para recalar en el Senado, previsiblemente. Reconoce la formación vasca que lo sucedido con los impuestos es un paso adelante. "Se trata del primer acuerdo en el marco de las negociaciones presupuestarias", apunta EH Bildu en su nota, antes de incidir: "Hasta lograr un acuerdo satisfactorio, sus cinco votos a los Presupuestos Generales del Estado de 2023 aún no están garantizados".

Matute lo ha dejado muy claro, aunque no ha desaprovechado la ocasión de insistir en la apuesta de su grupo por la incorporación a los presupuestos de medidas sociales y de fortalecimiento de derechos de la ciudadanía.

En plena tormenta política, judicial y social por las rebajas de las penas a condenados por delitos sexuales, el diputado de EH Bildu se ha pronunciado. Ha defendido la norma aprobada definitivamente por el Parlamento el pasado mes de agosto, ya que es una "mejora cuantitativa y cualitativa" de los derechos de las mujeres. Es "paradójico", además, que después de haber estado "la derecha" durante meses protestando por una norma "rigorista", ahora digan que resulta "flexible y endeble". Cree Matute que "hay una campaña orquestada" con "resortes mediáticos y judiciales".

Ahora bien, "si hay juristas de prestigio que señalan que puede haber fisuras que permitan que la dignidad de las mujeres que el feminismo ha peleado no puede salvaguardarse, que se mejore, pero sólo en este este caso, sin entrar en una carrera alocada por la reforma", ha zanjado el parlamentario vasco.