Trabajos forzosos
España extradita a Finlandia a un esclavista del siglo XXI que sometía a "trabajo forzoso y condiciones infrahumanas"
Utilizaba la "violencia" para retener a los trabajadores que había captado en otros países con falsas promesas.
Alberto Muñoz / Tono Calleja Flórez
España ha extraditado a Finlandia a un ciudadanos estonio de 38 años sobre el que pesaba una orden de detención internacional por trata de seres humanos con agravantes y por participación en una organización criminal. El detenido, identificado con las siglas M.P., fue entregado el pasado miércoles 1 de febrero a las autoridades del país escandinavo, según ha podido confirmar EL PERIÓDICO DE ESPAÑA a través de fuentes judiciales.
Según la euroorden de detención, entre el 1 de enero de 2021 y el 17 de agosto de 2022 M.P. y sus cómplices cometieron en Helsinki un "delito grave de trata de seres humanos", lo que también está tipificado en el código penal español. Lo hicieron, detalla la acusación, "aprovechándose de la situación de dependencia y de la condición desamparada de las personas" que fueron "engañadas" para ir a Finlandia.
"Los investigados, acosando e induciendo a error, han impuesto su autoridad a las personas y las han sometido al trabajo forzoso e incluso a condiciones infrahumanas", explica la acusación finlandesa, que precisa que para llegar a esos "objetivos" se sirvieron con "alevosía" de la "violencia y el acoso".
Las víctimas eran fundamentalmente personas que, engañadas con falsas promesas de buenas oportunidades laborales, llegaban a Finlandia desde países como Letonia, según explica la documentación judicial a la que ha tenido acceso este periódico. Una vez allí, "los trabajadores descubrían que las condiciones de trabajo no concordaban con lo convenido".
"Miedo a la violencia"
Una de las promesas que se les hacía, pone como ejemplo la acusación, era un alojamiento pagado que, en última instancia, tenían que acabar costeando ellos, y eso que algunos de ellos ni siquiera llegaban a cobrar todo lo que se les adeudaba por su trabajo.
"Tuvieron que conformarse con su situación debido a la mala situación económica [que vivían], a la violencia o al miedo ante la amenaza de violencia. El hecho de dejar de pagar salarios ha causado problemas económicos, por lo cual tienen que seguir trabajando con la esperanza de un posible salario futuro", explica la euroorden de detención. "Se ha dirigido violencia o intimidación hacia los trabajadores que exigen salario o que están a punto de renunciar a su trabajo. La posibilidad de las víctimas de actuar libremente ha sido limitada por los problemas económicos y por la dependencia del salario pagado por el empleador".
Además del detenido, en la trama estuvieron involucradas empresas de intermediación laboral como Way2Work y Probill Oy; del sector de la construcción, como Tesproff Oy; y de servicios de limpieza, como Nop-Group Oy.
En un auto del pasado 20 de enero, la Audiencia Nacional desestimó la petición del abogado del detenido de que éste no fuera extraditado a Finlandia, pues consideraba que la narración de los hechos era lo "suficientemente detallada" como para aprobar la solicitud del país escandinavo. Además, el delito de trata de seres humanos del que se le acusa tiene cabida y es tipificable dentro del código penal español.
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